Margarita Robles se echa a la espalda defender de Podemos a la Guardia Civil
La ministra de Defensa lanza un misil contra los dos miembros de Unidas Podemos, el tercero tras desmarcarse también de su compañero Marlaska.
Margarita Robles se contiene como puede, pero lo dice todo sin subir el tono ni soltar una palabra de más. Es, de hecho, el miembro del Consejo de Ministros que más ha frenado la ofensiva de algunos de sus compañeros contra la Guardia Civil, un cuerpo que paradójicamente no depende de ella pese a su carácter militar.
Primero salió en su defensa cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desató una purga a cuenta de las investigaciones judiciales sobre el 8M. Y ahora ha saltado como un resorte, en una entrevista en Antena 3, para defender su condición militar, que el vicepresidente Pablo Iglesias o el ministro Alberto Garzón quieren eliminar.
En su entorno califican de "locura" esa pretensión, pero la ministra lo dice de una manera más sutil: el tono siempre es moderado, pero el fondo es tremendo. "No opino de lo que dicen otros compañeros de gabinete: cada uno sabe lo que hace. Lo que me corresponde es poner en valor el carácter de la Guardia Civil volcada en los ciudadanos. Las opiniones son de cada uno pero el Gobierno actúa con arreglo a un programa y en eso (la desmilitarización) no está".
Son palabras con una carga política doble muy profunda. De un lado, rompen el acoso a la Guardia Civil, de quien Garzón llegó a decir que albergaba en su seno tentaciones "golpistas". Pero de otro visualizan la división existente dentro de Moncloa en un asunto delicado.
"Podemos defiende la desmilititarización de la Guardia Civil como defendía a los taxistas: porque es un gremio muy numeroso y quiere atraerlos", explican a ESdiario fuentes cercanas a Iglesias. "Si se pueden sindicalizar, pasan a ser como otros colectivos de la Administración", añaden.
Un objetivo político
Eso agrada en algunos "sindicatos" de la Benemérita, incluso aunque en todo lo demás sean beligerantes con Podemos. Pero no gusta nada en el Ministerio de Defensa. El "alma militar" de la Benemérita se considera indispensable para mantener su eficacia, y ponen un ejemplo llamativo: si se le quita esa condición, habrá la misma diferencia que entre la Policía Nacional y la Municipal.
Mientras, Robles capea el temporal como puede. Al parecer, al menos en esto, el presidente Sánchez está más cerca de ella y eso explica la claridad con la que habla. Pero la presión de Podemos no va a parar y, en el pasado, siempre se ha salido con la suya.
La ministra, no obstante, resiste, con una última andanada con destinatario claro: los guardias civiles, apunta, "no se merecen que por razones políticas" se esté en "un debate que no interesa a la mayoría de los ciudadanos". ¿Quién ganará el pulso?