Jaque a Marlaska: Pérez de los Cobos usará la sentencia de un comisario purgado
El coronel está dispuesto a recurrir su cese, y tiene la jurisprudencia de su parte. Su caso es casi un calco al de un comisario de Policía destituido por pérdida de confianza que ganó.
Fernando Grande-Marlaska no va a librarse de Diego Pérez de los Cobos tan fácilmente. El coronel está decidido a recurrir su destitución como jefe de la Comandancia de Madrid, y tiene muchas posibilidades de acabar torciendo el brazo al ministro del Interior, como el que ríe el último.
"Estamos en un estado de derecho, las resoluciones de las administraciones pueden ser objeto de recurso y al final serán los tribunales quienes digan si ha sido o no adecuada a derecho", señaló este jueves al respecto la ministra Margarita Robles en Antena 3, juez en excedencia como también lo es Grande-Marlaska.
Y Pérez de los Cobos tiene muchas posibilidades porque la jurisprudencia está de su parte. El coronel se ha decidido a dar el paso, entre otras cosas, por el precedente del que fuera comisario jefe de Palencia, Julián Cuadrado. Éste consiguió que la Justicia declarara nulo su cese, ordenara su reincorporación en su antiguo puesto y, sobre todo, avalara que para cesar a un cargo de libre designación es necesaria una motivación más allá de la "falta de confianza". Además de pruebas de esa motivación.
El caso de Pérez de los Cobos es casi un calco al de Cuadrado. Y la línea argumental del ministro del Interior hace agua leyendo la sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Por eso en el Ministerio están tan nerviosos.
En ésta, con fecha de 20 de enero de 2017 (puede leerla íntegra aquí), tres jueces exponen: "El cese de los nombramientos discrecionales precisan igualmente de una motivación y desde luego que han de poder ser objeto de un control jurisdiccional". Es decir, no vale dar carpetazo al cese de De los Cobos sosteniendo, como sostuvo Grande-Marlaska en una de sus múltiples versiones, que los cargos de confianza igual que vienen se van y que él tiene derecho a formar su equipo.
El precedente del comisario Cuadrado, clave
El comisario Julián Cuadrado fue cesado en junio de 2015, cuatro meses antes de su jubilación, con el visto bueno del director adjunto operativo (el DAO) de la Policía Nacional. Se le acusó de falta de colaboración con sus superiores, reiterados incumplimientos de plazos de las órdenes recibidas e irregularidades en las estadísticas de delincuencia. Pero fueron acusaciones simplemente filtradas a la prensa -como ahora-, porque sus superiores políticos nunca especificaron tales incumplimientos e irregularidades. Ni tampoco aportaron pruebas posteriormente en los juzgados.
El comisario Julián Cuadrado, en una imagen de archivo de El Norte de Castilla.
Aun a punto de jubilarse, el comisario no quiso que en su hoja de servicio de 47 años en el Cuerpo -y jalonada con varias condecoraciones- quedara tal estigma y recurrió por la vía administrativa hasta conseguir que su cese fuera anulado por el TSJ de Castilla y León. La sentencia es más que un aviso para el ministro Grande-Marlaska y para la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
En ella, los miembros del tribunal sostenían que no vale con decir que a un cargo de libre designación se le puede destituir por "falta de confianza por parte de quien le había nombrado, argumentándose que si esa era la razón del nombramiento, la misma, pero en sentido inverso, necesariamente habría de servir como justificación para el cese". Y recordaban: "La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha ido evolucionando y precisamente al hilo de exigir una motivación en los nombramientos de puestos de libre designación se ha ido igualmente exigiendo que el cese esté motivado".
Asimismo añadían: "Deben constar las razones en cuya virtud se ha producido esa pérdida de confianza. Admitir que la mera afirmación de que se ha producido una pérdida de confianza es suficiente para entender motivado el cese, equivaldría a entender satisfecha la exigencia de motivación con una simple afirmación de parte".
Un extracto de la sentencia del TSJ de Castilla y León sobre el comisario Cuadrado.
"Nos encontramos ante un acto que carece de motivación y, por lo tanto, la indefensión que se ha causado al actor está fuera de toda duda, ya que desconoce las razones por las que ha sido cesado. Obviamente, el cese es consecuencia de una falta de confianza, ya que si fue esta circunstancia la que justificó el nombramiento, su ausencia es lo que va a dar lugar al cese. Ahora bien, lo que hace es falta es conocer cuáles son las circunstancias por las que se ha producido esa pérdida de confianza, ya que en caso contrario el actor no podrá defenderse de las mismas, ni los tribunales podrán verificar si son ciertas y si, de serlo, son suficientes para acordar el cese, ya que, como hemos indicado, el cese de los nombramientos discrecionales precisan igualmente de una motivación y desde luego que han de poder ser objeto de un control jurisdiccional", concluían los tres magistrados de la Sala.
Aquella sentencia declaró nulo el cese y una posterior del Juzgado Central Contencioso-Administrativo Número 6 ordenó al Estado que le indemnizara por daños y perjuicios. Así que en el caso de Pérez de los Cobos puede acabar dándose la paradoja de que, a pesar del amplio respaldo social que ha tenido tras su cese, los españoles terminen pagando su indemnización por la presunta arbitrariedad cometida por el ministro Grande-Marlaska.