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Un Pablo Iglesias asustado rompe su silencio sobre su "cloaca" con Dina

El vicepresidente, una vez que ya tiene el apoyo público de Sánchez, ha decidido dar las primeras explicaciones sobre el caso que le acorrala con el mismo argumento de siempre: las cloacas.

Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados

Publicado por
A Jiménez

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Pablo Iglesias ha roto su silencio sobre el 'caso Dina'. Cuando cada vez está más acorralado, no le ha quedado más remedio que defenderse atacando y utilizando el mismo recurso de siempre, el de las cloacas del Estado que persiguen irremediablemente a Podemos. Un recurso desesperado para intentar escapar de su propia cloaca.

De hecho, una vez que el presidente del Gobierno ratificó ayer su apoyo al vicepresidente en su entrevista con Antonio García Ferreras en La Sexta, Iglesias se ha mantenido en su discurso habitual en una entrevista en RNE, insistiendo en su condición de víctima en la pieza Dina, que investiga el robo del teléfono móvil de su exasesora Dina Bousselham, a pesar de que el juez Manuel García Castellón ya le quitó esa condición e incluso ha puesto en marcha una investigación para dirimir cómo es posible que la tarjeta terminase destruida.

Además, ha cuestionado la decisión del magistrado: "¿Cómo que no somos perjudicados? ¿Quiénes son entonces? Lo que parece es que algunos quieren que Villarejo, Fuentes Gago y Pino, los responsables de una cloaca que ha quedado acreditada, se vayan de rositas", ha afirmado.

Por ello, ha asegurado que no concibe ser imputado. "Vamos, sólo faltaría", ha afirmado, para después explicar que si guardó la copia de la tarjeta que le entregaron con el contenido del móvil de su exasesora durante un tiempo fue para no someterla a "más presión".

"Tomo una decisión, que es no someter a Dina Bousselham a más presión", ha señalado el vicepresidente. "Habían salido varias informaciones que decían que teníamos una relación. No es la primera vez que ocurre", ha dicho. "Eso le supuso a Dina una presión enorme. Entonces yo veo allí que hay una serie de fotografías íntimas, que a mí estos señores me dicen que es la única copia pero, ¿quién puede saber esto?" ha explicado. "Cuando empiezo a ver algunos de los contenidos publicados le digo: Compañera, aquí está, esto es lo que tienen", ha sostenido el vicepresidente.

Además ha insistido en que cuando esto sucedió la tarjeta del teléfono móvil estaba "en buen estado", a pesar de las declaraciones contradictorias existentes por parte de Dina y que han llevado al juez a ampliar la investigación.

"No hemos recibido información privilegiada"

Junto a ello, también ha intentado rebajar la tensión existente sobre la Fiscalía, después de que se conocieran las conversaciones entre los abogados de Podemos y fiscal Stampa. "En ningún caso he recibido información privilegiada y el propio caso demuestra las relaciones habituales de la Fiscalía con las partes", ha dicho, para señalar de nuevo a las "cloacas de Estado" como responsables de la difusión de esta "información falsa" con la intención de debilitar a su partido.

"Esto es una persecución policial y mediática. Se han dedicado a mentir durante meses, años, con la intención de perjudicar a mi fuerza política y que no llegáramos al Gobierno", ha argumentado el vicepresidente para intentar escabullirse del escándalo.

Por su parte, Iglesias se ha mostrado dispuesto a comparecer en el Congreso para explicar este asunto, pero siempre que sea en una nueva comisión de investigación sobre las cloacas.

De hecho, ha asegurado que debe ser una comisión en la que también comparezcan, entre otros, el ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o su exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, ya que fue durante su mandato cuando "su partido creó una cloaca policial y mediática para desprestigiar a los adversarios políticos".

Y es que, el vicepresidente del Gobierno está acorralado. El juez Manuel García Castellón no se fía de su versión y el Supremo ya tiene en sus manos una denuncia interpuesta por Vox sobre este asunto. Por ello, su estrategia es clara, mantener su habitual discurso de las cloacas del Estado, cuando la mayor cloaca es en la que él mismo se está hundiendo.