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Pedro Sánchez destapa en Italia su desprecio a entenderse con Pablo Casado

El presidente del Gobierno reconoce en la prensa extranjera lo que aquí no se atreve a decir, que nunca se sentará a la mesa con el PP, porque cree que el PSOE desaparecería.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Publicado por
Andrea Jiménez

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Pedro Sánchez ha hecho de la palabra 'unidad' un mantra que ha repetido hasta la saciedad en el Congreso y en todos y cada uno de los muchos discursos que ha dado desde su atril de Moncloa durante la pandemia, pero no ha sido más que una palabra vacía ya que, cuando ha concedido una entrevista para el 'Corriere della sera', ha mostrado su verdadera cara, la que desprecia cualquier entendimiento con el PP.

De hecho, ha asegurado que no ha pensado nunca la posibilidad de un acuerdo con el PP ya que considera que podría ser el fin del PSOE. Para ello, ha puesto como ejemplo al partido socialista griego que "casi ha desaparecido porque formó la gran coalición con la derecha, mientras lo que Grecia demandaba eran medidas sociales".

Además, ha despreciado la mano tendida por el presidente del Partido Popular en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, cuando se estaba negociando la creación del Gobierno, indicando que "casualmente el PP habla de una gran coalición solo cuando la primera fuerza es el partido socialista".

Y es que Sánchez, por mucho que haya hablado de unidad, nunca ha escuchado los ofrecimientos de la oposición. Pablo Casado ha planteado en innumerables ocasiones pactos para lograr una salida consensuada de la crisis provocada por la pandemia y la parálisis de la economía, pero siempre se ha encontrado con el muro socialista que se aferra a sus pactos con Podemos como única opción posible.

Sin embargo, y mientras que en su entrevista con Antonio García Ferreras en La Sexta, aseguraba que los morados son socios leales, cuando habla para la prensa extranjera ha criticado que "Podemos ha hecho suyos recuerdos y canciones que nos pertenecían".

Aún así ha querido blanquear a la formación morada, asegurando que "se asientan en el comunismo "pero la evolución del comunismo español ha permitido aplicar plenamente la Constitución, incluido el reconocimiento del Rey".

Y es que, Sánchez ha querido 'vender' en Italia que la relación entre el Gobierno y la Corona es "muy estrecha", a pesar de los desplantes continuos al Rey y a la cruzada llevada a cabo desde Podemos para acabar con la Monarquía, que está empeñada en sentar a Juan Carlos I en un banquillo para después hacer caer a su hijo.

Sánchez confía en la creación de unos Estados Unidos de Europa

Por otra parte, Sánchez se agarra a Europa como única salvación posible ante la brutal crisis que se cierne sobre España ya que espera que el acuerdo sobre el Fondo de Recuperación llegue en julio. De hecho, cree que "estamos a un paso de un resultado histórico, de un momento decisivo como pudo ser para ustedes la creación de la Comunidad Europea; para nosotros, la entrada en Europa tras la caída del régimen franquista; para la Europa del este, la caída del muro; para todos, el nacimiento de la moneda única".

Por ello considera que "si tenemos éxito en este momento crucial" se podrá llegar a la creación de los "Estados Unidos de Europa", ya que "la crisis de Covid puede recordarse como el momento histórico en el que Europa renació y construyó su destino".

Sin embargo, y aunque las previsiones de cara a los próximos meses son muy desoladoras y Sánchez ya divisa esos brotes verdes. "La fase de recuperación completa está comenzando. Por eso se necesitan políticas fiscales expansivas para las empresas y para los trabajadores", ha señalado, a pesar que que la última previsión de Bruselas aumentaba hasta el 10,9% la caída del PIB.

Aún así, tiene claro en qué invertirá los 140.000 millones del Fondo de Recuperación: "Transición ecológica, inclusión digital, formación y defensa de los trabajadores y fortalecimiento del estado de bienestar", ha desgranado, lo que llevará consigo un aumento del gasto público difícil de soportar para unas arcas del Estado muy mermadas y que necesitarán, casi de forma irremediable, el rescate por parte de Europa, a la que Sánchez se aferra como única tabla de salvación ante el desastre, porque con Casado prefiere no hablar.