La vicepresidenta del Congreso de Podemos pide directamente que el Rey abdique
La cuarta autoridad del Parlamento exige la marcha del Jefe del Estado en plena campaña contra la Monarquía y mete en un lío institucional a Meritxell Batet.
Que Podemos tiene enfilada a la Monarquía no debería suponer una sorpresa para nadie. Pero que el partido de Pablo Iglesias torpedee a la Jefatura de Estado desde el mayor cargo institucional que ocupa ha provocado este jueves estupor generalizado.
La vicepresidenta tercera del Congreso y diputada de Unidas Podemos, Gloria Elizo, ha defendido este jueves que la "única manera" de que el Rey Felipe VI se desvincule de su padre Juan Carlos I y de sus presuntas irregularidades es mediante la realización de un referéndum y su abdicación.
Pese a la ofensiva desde sus inicios del partido morado -que ha llegado a pedir una comisión de investigación sobre la Corona en la Cámara Baja- nunca uno de sus dirigentes con mayor perfil institucional había llegado tan lejos en sus ataques al actual inquilino del Palacio de la Zarzuela. Y menos aún, solemnizando la andanada en sus propias redes sociales y no en las de su partido.
La formación morada ha pedido en numerosas ocasiones la realización de una consulta sobre monarquía o república, aunque no ha llegado a defender directamente la abdicación de Felipe VI, como sí han reclamado sus socios de Izquierda Unida.
Elizo, en una reunión de la Mesa del Congreso con una retrato de Felipe VI presidiendo la sala.
"La única solución, abdicación y referéndum", defendió el partido de Alberto Garzón el 18 de marzo, tras el primer discurso a los españoles de Felipe VI tras estallar la pandemia de coronavirus, dos día después de que la Casa Real informara de que el monarca renunciaba a la herencia de su padre, "así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera, cuyo origen" no esté "en consonancia con la legalidad".
Podemos también lleva años pidiendo sin éxito la apertura en el Congreso de una comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades del Emérito, sus cuentas en Suiza y las relaciones diplomáticas y comerciales entre España y Arabia Saudí. Pero, también en esto, los de Pablo Iglesias han cruzado una línea roja que no habían franqueado antes. Un paso más a las caceroladas que Podemos apadrinó durante el estado de alarma.