Casado quiere que Iturgaiz se quede y reconstruya un PP vasco roto y hundido
La solución de emergencia que buscó el líder de los populares cuando echó a Alfonso Alonso va camino de convertirse en definitiva. Quiere abrir una nueva etapa pero con el veterano Iturgaiz.
El previsible sexto escaño que la coalición PP+Cs obtendrá tras el recuento del voto exterior, el segundo por Vizcaya, contribuirá a poner un paño caliente al mal resultado obtenido en las elecciones vascas del domingo.
Con ese escaño, que sería para el portavoz naranja en la comunidad, Luis Gordillo, el reparto quedaría así: cuatro asientos en el Parlamento de Vitoria para el PP y dos para Cs. Un mal negocio para los populares, que partían de nueve, y uno muy bueno para los de Inés Arrimadas, que hasta ahora eran una fuerza extraparlamentaria.
Tras el veredicto de las urnas del 12-J, ahora toca abrir una nueva etapa en el PP del País Vasco. Operar y suturar después del torniquete de emergencia que Pablo Casado aplicó con Carlos Iturgaiz, el candidato imprevisto.
Sin embargo, la solución de urgencia que buscó el presidente del PP cuando en febrero echó a Alfonso Alonso por no aceptar los términos de la coalición con Cs va camino de convertirse en definitiva. Casado quiere que Iturgaiz se quede y reorganice, o reconstruya más bien, el PP del País Vasco.
Según fuentes de la dirección del PP consultadas por ESdiario, Casado cree que Iturgaiz puede abrir ese tiempo nuevo en el PP vasco; pese a su veteranía y a que ya fue presidente del partido en un tiempo muy distinto -y duro-, entre 1996 y 2004. "Si él quiere, el presidente va a confiar en él (....). La lealtad se agradece", explican las mismas fuentes.
La decisión es arriesgada, puesto que supone iniciar una especie de etapa 2.0 de lo que fue el PP vasco de Jaime Mayor Oreja, María San Gil y el propio Iturgaiz. Pero en un escenario sin ETA matando, aunque Bildu tenga 22 escaños. En la dirección nacional también alaban el trabajo realizado en estos meses por Iñaki Oyarzabal, así que es de prever que Casado tenga planes también para él.
Iturgaiz junto a Arrimadas en campaña.
La marcha de Alfonso Alonso, recién fichado por la consultora del exministro socialista José Blanco, dio paso a una etapa de interinidad en la maltrecha formación, con la alonsista Amaya Fernández como presidenta en funciones.
Sin embargo, ésta ni siquiera participó en la campaña y este martes fue muy explícita en su valoración de los resultados en una entrevista en El Diario Vasco: "Nos hemos pegado un tiro en el pie. El resultado ha sido malo, sin paliativos (...). Con Alonso habría sido mejor".
Sin embargo, en Madrid deslizan que Alonso ha "boicoteado" la campaña de Iturgaiz no por acción, sino por omisión: desmovilizando al electorado en la provincia de Álava, su feudo y el del PP vasco. Aunque es una interpretación del todo parcial de los resultados de una circunscripción en la que el PP perdió el domingo más de la mitad de sus votos respecto a 2016 (de 32.661 a 14.287), 10 puntos de apoyo en las urnas y dos escaños. Uno de ellos para Vox.
Para pasar página en el PP del País Vasco -en la medida de lo posible- será necesario convocar un Congreso regional que ponga un punto y aparte. En principio en Génova 13 pretenden que éste sea en otoño, aunque no se descarta que pudiera celebrarse en el primer trimestre del año próximo. Aún no hay nada cerrado. En cualquier caso, hay muchas heridas por curar.
Respecto a lo inmediato, este miércoles Casado reúne a su Comité Ejecutivo Nacional en la sede nacional del partido para valorar los resultados de las elecciones gallegas y vascas, cuyos resultados fueron muy distintos para el PP. Se espera que tanto Alberto Núñez Feijóo como Carlos Iturgaiz intervengan, como también que el presidente de los populares les dé las gracias por la campaña.