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Sánchez calla ante el nuevo plan de Torra contra la Corona

El vicepresidente de la Generalitat ha acusado a la Familia Real de ser una "organización criminal", pero ni una palabra del clan Pujol.

Pedro Sánchez y Quim Torra, en Moncloa.

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Crecido tras la audacia de haber conseguido poner en semilibertad a los autores del golpe de Estado del 1 de octubre de 2017 en Cataluña y a modo de cortina de humo para que no se hable de su rotundo fracaso en la gestión del coronavirus en su autonomía -los contagios siguen aumentando de forma imparable- Quim Torra ha ideado una nueva cortina de humo.

El presidente de la Generalitat ha creído encontrar en las investigaciones judiciales en torno a Corinna zu Sayn-Wittgenstein terreno abonado para atacar a la Corona.


Así, el president -inhabilitado judicialmente como diputado del Parlament por violar las leyes electorales- ha ordenado estudiar la presentación de una denuncia contra el Rey emérito Juan Carlos I y contra la propia Corinna.

En un comunicado, el Govern añade que la denuncia puede extenderse a todos aquellos que de una forma u otra hayan "participado, ayudado, cooperado o encubierto las prácticas corruptas en las cuales presuntamente habría sido involucrado el anterior jefe del estado español y su entorno por un espacio de tiempo que todavía está para determinar".

Torra afirma que la corrupción se tiene que perseguir con independencia de quien participe, y ha destacado que todas las personas son iguales ante la ley. Y todo ello sin mencionar en ningún momento a Jordi Pujol y su familia, todos ellos procesados por el juez de la Mata por conformar una auténtica "organización criminal" que se ha enriquecido sin parar durante décadas desde el poder.


Su número dos llama "organización criminal" a la Familia Real

Sin embargo, la "organización criminal" para la Generalitat es la Familia Real, tal y como ha declarado el vicepresidente catalán y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, que ha adjudicado esta descripción a "los Borbones".

"La monarquía sólo puede ser corrupta por definición", ha añadido Aragonés que se ha vanagloriado de que la estabilidad del Estado empieza a caer y que "hay que hacer caer este régimen y esta monarquía y avanzar hacia la República catalana".


Ante tales hechos y palabras desde las autoridades catalanas el silencio en Moncloa es clamoroso. Nadie del Gobierno ha salido a defender a la Corona ante estos ataques. Quim Torra y los independentistas parecen tener atado y bien atado a Pedro Sánchez en su mesa bilateral de diálogo.