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Torra descarga en los ciudadanos el control de virus y amenaza con confinar

El presidente de la Generalitat ha dado un plazo de diez días a los ciudadanos. Si en ese plazo la curva de contagios no se frena, no le "temblará el pulso". "Tendremos que retroceder".

El presidente catalán, Quim Torra

Publicado por
A. Jiménez

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Torra pospone otros diez días la toma de decisiones para frenar el avance imparable del coronavirus en Cataluña y deja en manos de los ciudadanos toda la responsabilidad para evitar que los rebrotes sigan multiplicándose. "Dependerá de todos que se frenen los contagios y que tengamos que tomar nuevas medidas restrictivas", ha señalado el presidente de la Generalitat.

"Nos va la vida. Depende de nosotros. Nos jugamos mucho", ha dicho Torra en una llamada a la población para que tome conciencia de la "situación demasiado crítica", asegurando además, que si en el plazo indicado, esos diez días, el escenario no mejora, se volverá a un confinamiento total en Cataluña.

Así, ha insistido en que "estamos ante los 10 días más importantes de este verano". "Si no avanzamos, tendremos que retroceder", ha advertido, para volver a insistir en que "la situación es crítica y la evolución de los datos es preocupante" ha reiterado.

Y es que, la última semana la comunidad autónoma registró 5.400 nuevos contagios, mienras que la anterior había registrado 3.400, además de multiplicarse el número de pacientes en la UCI, pasando de 57 a 75. Por ello, Torra ha señalado que aunque la situación está "muy lejos" de los "peores momentos" de la crisis, sí refleja una curva ascendente.

Por ello, ha asegurado que "tomaré las decisiones que hagan falta, sin que me tiemble el pulso", ha dicho, subrayando que no cederá ante "ninguna presión y a ningún lobby. Haré lo que corresponda hacer. Por eso esta llamada al esfuerzo colectivo, a poner por delante el bien común para evitar situaciones que podrían perjudicar el futuro de Cataluña".

Junto a ello, ha hecho un llamamiento a los más jóvenes, ya que precisamente la franja de edad de los afectados por el virus ha bajado notablemente, situándose en una media de 37 años, por lo que ha señalado que "el botellón no es una fiesta. Es una acto de insolidardidad. Pensadlo. La mayoría de afectados son jóvenes, sed responsables".

De esta manera, Torra ha dejado en manos de la población el control de una pandemia que se ha descontrolado por la falta de medios y de rastreadores que identifiquen y aislen a los contactos de los contagiados en Cataluña. Además, la presión asistencial sobre la Atención Primaria catalana amenaza con desbordarse. Y es que, tal y como ha señalado Torra, "estamos en la situación previa a marzo, cuando se tuvo que confinar a toda la población", ha dicho. "Estamos en febrero", ha añadido. Pero parece que aún no ha aprendido nada.