Sánchez defiende desganado al Rey y le exige la transparencia que él suspende

Sánchez sigue con su tibieza en torno a la figura del Rey. Defiende a Felipe VI sin mucho entusiasmo, ante las informaciones "inquietantes y perturbadoras" sobre el Rey emérito Juan Carlos I, pero ya exige medidas a la Casa Real para "fortalecer" la "transparencia y la ejemplaridad", cualidades que, por otra parte, tampoco son las principales caracteristicas de su Gobierno.

Así, en una entrevista en Informativos Telecinco, el presidente ha defendido "el pacto constitucional, defendemos la monarquía parlamentaria, pero eso no resta para que las instituciones, si queremos garantizar la estabilidad de las mismas, den pasos a favor de algo que creo que conecta desde el punto de vista emocional, con el sentir de muchos ciudadanos, que quieren instituciones transparentes, ejemplares", ha afirmado.

"Este Gobierno va a defender siempre la estabilidad institucional. La estabilidad significa tener instituciones robustas y para eso necesitamos transparencia y ejemplaridad. Con lo cual, todo lo que haga la Casa Real en esa dirección de ejemplaridad y transparencia, el Gobierno de España y el conjunto de la sociedad lo aplaudirá", ha remarcado.

Además, Sánchez ha querido cerrar el debate abierto por sus socios de Gobierno acerca de si es el momento de modificar el sistema e instaurar una república, dejando claro que el PSOE y Unidas Podemos son "dos partidos" diferentes que conforman un Gobierno, y cada uno de ellos tiene "su posición política".

"Yo manifiesto la mía, como presidente y como secretario general del PSOE", ha dicho y ha insistido que su posición es "meridiana": "Defendemos el pacto constitucional, y el Gobierno, y yo como presidente, lo que vamos a hacer es no socavar las bases de ese pacto constitucional ni por supuesto contribuir a la inestabilidad", puesto que "estamos por delante de una crisis sanitaria, económica, social", por lo que "tenemos que dar pasos para confiar en nuestras instituciones en clave de transparencia y ejemplaridad", ha señalado Sánchez.

"Evidentemente" el dato de 28.500 fallecidos no es cierto

Por otra parte, el presidente, meses después del inicio de la pandemia, ha reconocido, tal y como ha venido informando ESdiario, que "evidentemente" el dato de 28.500 fallecidos por Covid-19 en España no es cien por cien cierto. Sin embargo, ha pedido esperar al final de la "maldita pandemia" para tener un cálculo "más fehaciente" de las víctimas de esta enfermedad.

Así, Sánchez ha señalado que "estamos contabilizando las personas fallecidas que hayan contado con anterioridad con un PCR positivo" aunque existen estimaciones que están haciendo el Instituto Nacional de Estadística o el Instituto Carlos III, que "efectivamente" sitúa la cifra de fallecidos en torno a 45.000 personas desde que se inició la crisis sanitaria en marzo.

Además, ha insistido, a pesar de los rebrotes que "el sistema sanitario está mejor preparado que en marzo y que, estableciendo una "vigilancia serena", hay que mandar un mensaje de optimismo para "ganar la calle, los comercios y las empresas", aunque "no podemos perder el respeto al virus; el Gobierno y las comunidades autónomas están luchando en primera línea para mantener a raya al virus", ha señalado.

El Gobierno trabaja para que Reino Unido recapacite

Junto a ello, también se ha referido a la recomendación de Reino Unido de no viajar a España e imponer una cuarentena de 14 días a los ciudadanos que visiten nuestro país, calificándola de "desajustada" y ha señalado que el Ejecutivo ya trabaja para que el Gobierno británico recapacite su decisión ya que considera que el "error" y "desajuste" de las autoridades británicas es contemplar "la incidencia acumulada del conjunto del país" cuando el 64,5 por ciento de los contagios en España "están focalizados en dos territorios". "Somos dos gobiernos amigos y tenemos muchos lazos comerciales, intereses económicos y geopolíticos", ha señalado.

Por ello, ha hecho referencia a las palabras de Fernando Simón este lunes, en las que señalaba que la medida británica es "un riesgo que nos quitan" desde el punto de vista sanitario, dejando claro que "tenemos que incorporar la perspectiva económica y empresarial a las decisiones que tengamos que tomar".