El avispero catalán examina a Arrimadas y su plan maestro para reflotar Cs
La líder naranja ha roto ya el fuego y presenta su hoja de ruta para afrontar las inminentes elecciones catalanas. A diferencia de 2017, tiene menos que ganar pero mucho que perder.
Son los caprichos de la política. Las misma urnas catalanas que la convirtieron en una lideresa nacional y, a la postre, en presidenta de Ciudadanos; pueden ser las que, previsiblemente en otoño, pongan a prueba su hoja de ruta para reflotar un partido en el límite. Inés Arrimadas sabe que se la juega en Cataluña y por ello este domingo decidió mover ficha y hacer una oferta a PP y PSC que ella misma sabe que está destinada al fracaso.
De hecho, en la primera reacción del PP, su portavoz en el Senado, Javier Maroto, ha recriminado a Arrimadas que haya "despachado" este debate en los medios de comunicación y ha considerado "prematuro" responder ahora a esa oferta con un sí" o un "no", a la vez que ha apostado por hablarlo "con calma" y anunciarlo si se cierra un pacto.
Le ha respondido también este lunes el presidente de Cs en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, que ha insistido en la propuesta de ir junto a PP y PSC a las elecciones catalanas para evitar que los socialistas catalanes tengan "tentaciones de tripartito" con ERC y En Comú Podem.
En las próximas elecciones en su propia tierra, las mismas que cerrarán un larguísimo ciclo electoral con unas europeas, dos generales, unas municipales y autonómicas, y unas vascas y gallegas, Arrimadas parte además con un tremendo handicap: todo lo que no se acercarse a la machada de 2017, cuando ganó los comicios con más votos y escaños que el independentismo, será considerado un fracaso.
En otros nuevos comicios autonómicos reconvertidos en un plebiscito por el fugado de Waterloo, el verdadero muñidor de la política catalana, Arrimadas ha ofrecido a Pedro Sánchez y Pablo Casado una especie de Cataluña Suma, como la única manera de agrupar el voto constitucionalista y derrotar a la suma de Junts y ERC más la CUP y los siempre equidistantes Comunes de Ada Colau.
Carlos Carrizosa y Lorena Roldán, los dos dirigentes que han mantenido el pulso de la oposición Torra.
Fuentes de Ciudadanos consultadas por ESdiario reconocen que en la sede nacional de la madrileña calle Ventas hay una creciente sensación de pesimismo. Dan por hecho que Miquel Iceta va a boicotear el plan de Arrimadas de una lista única y manejan sondes internos muy preocupantes para la líder naranja. El cinturon rojo de Barcelona, el gran bastión socialista en el que Arrimadas arrolló en 2017 vuelve a ser más rojo que naranja, como ya sucedió en las últimas elecciones municipales.
Más aún, los sondeos oficiosos dan a los socialistas un importante crecimiento, aupado además por el papel en Madrid de número dos del PSC, el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Cabe recordar que Cs fue una apisonadora hace dos años en municipios como Cornellá, Hospitalet, Tarrasa, Sabadell, Santa Coloma o El Prat. En estos municipios sustentó la líder naranja su impresionante tarjeta el 21-D de 2017: Más de 1 millón de votos y 37 escaños. Imposible de revalidar, a todas luces.
Las fuentes consultadas por este diario explican que esa oferta de candidatura única iría acompañada de un candidato extraordinariamente potente y capaz de aglutinar a electores tan distintos como los socialistas catalanes, los populares o los naranjas.
El Plan B pasa por que Arrimadas encuentre un candidato propio que, en ningún caso, tendrá el tirón electoral que tiene ella misma. Ahí figura ya la candidata de facto -tras ganar las primarias- Lorena Roldán, con el apoyo del combativo Carlos Carrizosa. Y una última incógnita, el papel que jugará Albert Rivera en la precampaña y campaña. El ex, hoy retirado, sigue siendo un gran movilizador del electorado no independentista.