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Sanidad se asusta ante los rebrotes y ordena ahora "cerrar" media España

El imparable ascenso de las cifras de contagios por coronavirus ha metido el miedo en el cuerpo al Gobierno que ya ordena a las comunidades más cierres para frenar la pandemia.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa

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A. Jiménez

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Pese a la aparente tranquilidad que intenta vender cada tarde Fernando Simón a la hora de facilitar los nuevos datos de contagios, lo cierto es el que miedo se está apoderando de los miembros del Ejecutivo, que ven como lo casos no dejan de ascender en pleno mes de agosto, por lo que ya temen que una vez que se acaben las vacaciones la situación será mucho peor.

Y es que, Sanidad informó este jueves de la aparición de 2.935 nuevos casos de Covid, una dramática subida en comparación con los 1.690 de este miércoles. Además, se ha actualizado la cifra de positivos desde el inicio de la pandemia, que se sitúa en 337.334, casi 8.000 más.

Por ello, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya ordenado, en una decisión unánime tomada con las comunidades autónomas en el seno del Consejo Interterritorial de Salud una batería de medidas, para intentar frenar el avance del virus, entre las que destaca, el cierre de discotecas, salas de baile y bares de copas, ya que el ocio nocturno es uno de los principales focos de contagio.

Junto a ello, también Illa ha anunciado la "prohibición del botellón"en todo el territorio y otras actividades no autorizadas en la vía pública, aplicando las sanciones correspondientes.

Además, una de las acciones decretadas por el Gobierno es la prohibicion de fumar en la vía pública o espacios al aire libre cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, tal y como ya se ha hecho en Galicia o Canarias. Una prohibición que será extensible al uso de cualquier otro disposivo de inhalación de tabaco, pipas de agua o cachimbas.

Se restringirían las reuniones a 10 personas

También los establecimientos de hostelería restringirán la ocupación de sus mesas a grupos de 10 personas, siempre garantizando la distancia interpersonal, además de fijar el horario de cierre a las 01:00 horas, impidiendo la entrada a nuevos clientes a medianoche.

Respecto a las residencias de ancianos, los nuevos ingresos deberán contra con una PCR negativa previa, al igual que los trabajadores, mientras que se limitaran las visitas a una sola persona y con una duración máxima de una hora con la intención de reducir al máximo el número de personas que acuden a los centros y evitar aglomeraciones.

Junto a ello, y con carácter general también se recomienda evitar las reuniones más allá del grupo de convivencia estable y limitar estos encuentros a 10 personas.