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La "crisis larga" que ya esperan las empresas y que Calviño trata de tapar

Las compañías más grandes desmienten a la vicepresidenta con su augurio de un inminente rebote en la evolución económica y vaticinan una recuperación dolorosamente lenta.

La vicepresidenta Nadia Calviño

Publicado por
M. V.

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Mientras la vicepresidenta del Gobierno y titular de Economía, Nadia Calviño, sigue defendiendo un rebote de nuestra economía, las empresas grandes hablan de "crisis larga" tras el desplome que ha conllevado la pandemia de coronavirus. Y no se advierte posibilidad de mejora.

Así se desprende de un estudio de Oliver Wyman, que apunta que es probable que durante el tercer trimestre del año más compañías sigan el ejemplo de reducción de costes, a medida que las previsiones de la demanda global empeoren. Así pues, ni siquiera las compañías que afrontan la crisis en mejor posición son optimistas respecto a que la recuperación en 'V', como defiende Calviño, sea rápida.

Ante las previsiones del Banco Mundial de una reducción del 5,2% de la economía global este año, Oliver Wyman apunta que la gestión de los costes se ha convertido en una prioridad en la agenda de muchos directores generales para que su empresa sobreviva. Y hasta 2022 no se aprecian repuntes serios.


Así, al contrario de lo que está haciendo un gobierno como el de Pedro Sánchez, donde las únicas recetas están pasando por masacrar con impuestos a la economía productiva, obligar al cierre de empresas o castigar sectores estratégicos, mientras se acrecientan el gasto público y no se arbitran medidas de reactivación, las principales empresas del mundo lo tiene claro: la prioridad es controlar el gasto.

Ajustes cuanto antes

Sea como fuere, Oliver Wyman subraya en su informe que sólo el 35% de las grandes empresas consultadas considera que ha logrado revisar con éxito sus costes, por este motivo, sus recomendaciones pasan por una asignación de recursos eficiente, compartir información de forma transparente y constante sobre la evolución de los costes y alinear los incentivos individuales con los objetivos globales de la compañía.

Eso sí, advierte de que ese ajuste inteligente del cinturón ha de hacerse ahora, antes de que la situación empeore. Sobre todo en países como España donde, como todo parece apuntar, la crisis económica derivada de la pandemia, se hará sentir con más saña que en otros países.