Casado cesa a Cayetana tras un órdago fallido de ésta y elige a Cuca Gamarra
La situación de Álvarez de Toledo en el partido se había necrosado en las tres últimas semanas, y su entrevista de este fin de semana en El País ha sido el último empujón para su presidente.
Pablo Casado ha decidido destituir a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso y relevarla por Cuca Gamarra.
El partido ha anunciado la decisión de su presidente en un comunicado en el que además comunica más cambios: Ana Pastor será la vicesecretaria de Política Social del PP, cargo que hasta ahora ocupaba Gamarra, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, será el portavoz nacional de la formación.
Los cambios serán aprobados este jueves en una Junta Directiva Nacional telemática para empezar el curso a pleno rendimiento.
Por su parte, Álvarez de Toledo comparecerá ante la prensa a las 19.30 de este lunes para dar su versión. El comunicado del partido es bastante frío y solo reseña: "Casado ha agradecido a Cayetana Álvarez de Toledo su labor durante estas dos legislaturas al frente del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, y le ha manifestado su deseo de que siga contribuyendo a este proyecto tan importante para el futuro de España".
La entrevista que la portavoz del PP en el Congreso concedió este fin de semana a El País ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Pablo Casado. En el entorno del líder de los populares hablan directamente de "insubordinación" y "deslealtad constante" por parte de ella.
En ella acusaba al partido, es decir al propio Casado y a Teodoro García Egea, de "invadir" las competencias del grupo parlamentario popular al destituir al hasta hace semanas jefe de la asesoría de este último, Gabriel Elorriaga. De forma unilateral y sin consultarla.
Cuca Gamarra en el Congreso.
Gamarra ya sonó como portavoz en el verano de 2019, y desde entonces su figura ha crecido mucho en el partido y en el grupo, adquiriendo un papel protagonista en las sesiones parlamentarias durante la crisis del coronavirus.
El punto de no retorno
La situación de Álvarez de Toledo se había necrosado en las tres últimas semanas, en medio de un enfrentamiento encarnizado con el secretario general del PP. A finales de julio García Egea -que no Casado, detalle importante- comunicó a la portavoz que Elorriaga no sería siendo jefe de la asesoría y que ocuparía su lugar José Sánchez Arce.
Este último era hasta ahora, y desde hacía unos meses, el director adjunto del gabinete de Casado, que lo repescó de la empresa privada. Anteriormente había formado parte del gabinete de Mariano Rajoy en La Moncloa y director de comunicación de María Dolores de Cospedal en el Ministerio de Defensa.
La portavoz en el Congreso replicó que si Elorriaga no seguía, ella tampoco. Lanzó un órdago. E incluso contó a varios diputados de su confianza que iba a dimitir. Pero no cumplió su amenaza y se fue de vacaciones, sin reunirse siquiera con el nuevo jefe de sus asesores.
Hasta que este fin de semana disparó sus cañones desde El País, culpando a Génova 13 de no respetar la "autonomía" del grupo parlamentario que ella dirige y sin embargo restando importancia al runrún de su destitución: "Estoy perfectamente acostumbrada a que haya una discusión sobre mí, que empezó incluso antes de que fuera nombrada, y no me afecta en lo más mínimo".
En esto último no le falta razón a Álvarez de Toledo. Casado apostó por ella en julio del año pasado en contra del criterio de sus barones regionales y del sector más moderado. Desde el primer día sus desencuentros públicos y privados con destacados dirigentes del partido -y no solo Alberto Núñez Feijóo- han sido constantes.
Además, Casado tampoco está satisfecho con cómo está funcionando el grupo parlamentario con ella al frente, dividido -dicen en Génova- y sin tensión. Su trabajo, opina la dirección del partido, ha dejado mucho que desear durante estos meses de estado de alarma y pandemia, en los que Álvarez de Toledo ha sido relegada por Casado en los debates de las prórrogas del estado de alarma, por Ana Pastor y por la propia Cuca Gamarra.