El dato que más asusta a un Gobierno desbordado: hay ya 1.126 brotes activos
Ya se da por hecho un "septiembre duro" en varias autonomía y otra cifra lo refrenda: casi 9 de cada 10 infecciones no se producen en el trabajo. La calle es el centro del contagio.
"En España no hay rebrote por la sencilla razón de que el brote inicial nunca se fue, estamos en la misma situación de siempre". Quien así se expresa a ESdiario es un médico de prestigio que prefiere no decir su nombre, pero es invitado habitualmente a hablar del coronavirus en foros universitarios y médicos.
Él da la clave que explica, tal vez, por qué España vuelve a ser récord de contagios, como lo es de mortalidad, pese a que es de los países en los que más se ha implantado el uso generalizado de mascarillas. "Porque el virus no se ha ido nunca, pese a que Pedro Sánchez dijera al final del Estado de Alarma que lo habíamos derrotado".
Y los datos parecen darle la razón. Según la documentación oficial del Ministerio de Sanidad consultada por ESdiario, en España ya está registrado oficialmente un fenómeno que asusta a un Gobierno que, hasta el jueves, negaba a través de Fernando Simón la gravedad de la situación.
Hay ya 1.126 focos activos que computan un total de 12.000 casos para un total de 377.000 desde el comienzo, más del 10% de los consignados en toda Europa. Y, aunque los sistemas de detección funcionan, con esas cifras es muy difícil de controlar el contagio comunitario. De hecho, fuentes oficiales de al menos dos Comunidades Autónomas reconocen a este periódico que se espera un septiembre "muy duro".
Al desastre económico se le añade de nuevo la emergencia sanitaria desatada, con un perfil distinto pero en todo caso grave: "El virus no va a tener el mismo efecto en mortalidad, quizá porque los mayores más expuestos no han bajado la guardia nunca, pero va a dar momentos muy malos".
Los contagios, en la calle
Los dos pabellones habilitados ya en IFEMA por la Comunidad de Madrid, que quiere concentrar allí los casos para evitar colapsos hospitalarios aunque ello parece imposible, dan cuenta del temor que se tiene al otoño.
Y hay más datos oficiales que avalan la inquietud, por mucho que Sánchez se vanagloriara del triunfo, su Gobierno anunciara que íbamos a salir "más fuertes" y su portavoz, el mismo Simón que hace meses negó la pandemia, se haya tirado todo el mes de agosto afirmando que la situación estaba controlada.
Así, se ha constatado que el 86.9% de los contagios no se han producido en el ámbito laboral, donde se registra el 18% de los nuevos enfermos totales. Ha sido, pues, en la calle, lo que avala la teoría de que la desescalada y la "barra libre" estimulada por el propio Sánchez con sus palabras, ha tenido un efecto negativo, especialmente entre los jóvenes.