Sánchez reta a las autonomías: si quieren ayuda, que pidan el estado de alarma
Echa la culpa del descontrol a los presidentes regionales, en quienes recuerda que recayó la responsabilidad tras la desescalada. Y pide a la oposición que le aprueben los Presupuestos.
No habrá nuevamente un mando único. Pedro Sánchez no lo quiere, ahora que la responsabilidad de esta segunda ola está en manos de las comunidades. Con el consiguiente desgaste para ellas.
El presidente compareció este martes en La Moncloa después del primer Consejo de Ministros del curso con un mensaje básicamente a los presidentes regionales: si necesitan ayuda, que la pidan y se retraten. Que le pidan a él que declare el estado de alarma en sus territorios.
Sánchez destacó que cuando la desescalada terminó su Gobierno había conseguido "doblegar la curva" y que es después, una vez que él cedió el testigo a las autonomías, cuando las cosas empezaron a torcerse. "Desde el 21 de junio las decisiones en materia de salud pública volvieron a estar lideradas por las comunidades autónomas", dejó bien claro.
A renglón seguido añadió que hay comunidades que parecen haber logrado "mayor eficiencia" en el control de la Covid-19 y otras que no, y aunque no dio nombres sus declaraciones se produjeron un día después de que Fernando Simón aludiera directamente a la situación preocupante de Madrid.
El líder del Ejecutivo recordó a los presidentes regionales que tienen a su disposición la "herramienta legal del estado de alarma y la posibilidad de pedirla", y que basta con que se la pidan por motivos sanitarios -bien aplicable a todo su territorio o a una parte- para que Sánchez se la conceda.
El mando único, explicó, recaería en el presidente autonómico, que sería quien fuera al Congreso a defender su necesidad. El socialista asimismo garantizó que todo estado de alarma para cualquier territorio tendría el respaldo parlamentario del PSOE y de Unidas Podemos. "Es una competencia (la de declarar el estado de alarma) que tiene el Gobierno y que está dispuesto a compartirla, a cogobernarla", añadió.
Junto con ello, Sánchez puso a disposición de las autonomías 2.000 profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado entrenados para hacer labores de rastreo, y asimismo pidió a todas las comunidades que se unan a la plataforma digital de rastreo (en siete de ellas ya está operativa).
"No podemos permitir que la pandemia vuelva a adueñarse de nuestra vida. No lo vamos a permitir, tenemos que tomar el control. Vamos a volver a doblegar la curva y tenemos que hacerlo unidos", señaló Sánchez, de cuyo discurso no se desprendió nada de autocrítica pero sí una felicitación por el "esfuerzo" que está haciendo España con la detección precoz y las PCR.
El presidente del Gobierno aprovechó la comparecencia para reclamar "unidad" al resto de fuerzas políticas, consciente de que las últimas semanas de su mando único se quedó muy solo, apenas con el respaldo parlamentario del PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos.
Según dijo, la semana que viene convocará al resto de líderes políticos con este objetivo: "Desterremos de la pelea partidista la lucha contra la pandemia, el enemigo es el virus", en contraposición al debate sobre la moción de censura de Vox con el que tendrá que lidiar en el Congreso.
El presidente coló otra cuña cuando habló de "reforzar el funcionamiento de las instituciones" y pidió al PP que se avenga a la renovación del Consejo General del Poder Judicial, RTVE y varios vocales del Tribunal Constitucional.
Y otra más cuando demandó "la máxima generosidad y responsabilidad" al resto de partidos para aprobar los Presupuestos cuanto antes, unos "Presupuestos de país, no de un Gobierno u otro", señaló. Le va la legislatura en ello.
No concretó la fecha de la próxima Conferencia de Presidentes, aunque sí la fijó a primeros de septiembre, y también aclaró que la vuelta a las aulas no se retrasará. "El curso escolar debe iniciarse con normalidad, ésa es la hoja de ruta, y no hay otra", zanjó.