Marlaska le hace un favor a la etarra que intentó asesinar a su compañero Madina
Idoia Mendizábal Múgica es una de las cuatro etarras beneficiadas por el traslado de cárcel pese a su sangriento historial, que incluye el atentado que dejó graves secuelas al exdiputado.
En febrero de 2002, Edu Madina era un prometedor jugador de voleibol y un político con futuro que, con 26 años, encabezaba a las Juventudes Socialistas del País Vasco. Pero cuando se dirigía a coger su coche, medio kilo de dinamita adosada al vehículo estalló, dejándole malherido y al borde de convertirse en la sexta víctima mortal de ETA aquel año.
Ahora, la terrorista a la que todos los indicios señalan como responsable de aquel atentado que le afectó a piernas y corazón; se ha beneficiado de una decisión del Ministerio del Interior que comanda su compañero Fernando Grande- Marlaska.
Idoia Mendizábal Múgica es uno de los cuatro etarras que, esta semana, ha recibido una buena noticia: podrá trasladarse de prisión, a una más cómoda para ella, como casi 60 etarras más desde que gobierna Pedro Sánchez.
La buena nueva no llega sola. Junto a ella, también será trasladado desde Valencia hasta Madrid su pareja, Jon González, miembro como ella del “Comando Idoia” al que se adjudican el intento de asesinato del presidente de Vocento, Enrique Ybarra, varios atentados en distintos puntos de España y el envío de paquetes bomba a periodistas como Marisa Guerrero, delegada de Antena 3 en Bilbao en la década pasada.
“Orgullosa”
Lo curioso es que, aun en 2012, Mendizábal se vanagloriaba de su currículo macabro y se manifestaba orgullosa de su pertenencia a ETA. Era de esas terroristas que, delante del tribunal que la juzgaba, se exhibía desafiante y soltaba al juez frases como ésta, en euskera: “Soy de ETA y estoy orgullosa”.
Ahora, desde la cárcel madrileña, que dispone de módulo familiar, verá más cerca Euskadi. Y más lejos, a juicio de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la restitución de los inmensos daños causados. Pero la AVT poco puede hacer, salvo quejarse, pedir una reunión de urgencia con Marlaska y resumir la política general de Sánchez en este asunto con un lamento: “Rechazamos esta dinámica de traslados descontrolada”.