Gonzalo Boye denuncia un robo y enseña una ventana que solo se abre desde dentro

Gonzalo Boye, fundador de la revista Mongolia y abogado de Carles Puigdemont tras pasar por la cárcel por cometer delitos en nombre de ETA, ha vuelto a denunciar un supuesto robo en su despacho. Es la segunda vez que lo hace en nueve meses y, en esta ocasión, ni siquiera es capaz de señalar nada que le hayan robado.

Tan peculiar denuncia aparece en su cuenta en Twitter, en la que no hace mención a si ha acudido a la Policía Nacional, la misma a la que su defendido, el expresidente catalán fugado, acusó de brutalidad durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

"Por segunda vez en menos de 9 meses hemos recibido visita de “desconocidos”, aparentemente no se han llevado nada... veremos si tampoco lo han traído", asegura en un críptico mensaje en el que parece intentar a acusar a alguien sin identificar de tramar algún montaje en su contra, aunque tampoco da ni una prueba ni un indicio de que algo así haya ocurrido.

Lo curioso es que en las imágenes difundidas por el propio Boye se perciben detalles muy extraños. En una de ellas, por ejemplo, enseña el exterior de su oficina, con una especie de verja dañada que parece indicar que entraron, de hacerlo efectivamente, desde fuera.

Sin embargo, en otra fotografía, se ve la misma instancia desde dentro, con una ventana abierta que Boye presenta como parte de la "escena del crimen" que solo pudo activarse desde el interior. Quizá ahora alegue que la abrió él mismo, pero lo cierto es que en su denuncia se presenta como parte de la invasión de sus instalaciones, cuando es incompatible con la anterior foto.

Se trata de un polémico episodio más de un jurista de origen chileno que fue condenado en firme, y pasó años en prisión, al demostrarse su participación en el secuestro del industrial Emiliano Revilla, cuya liberación fue acompañada de un rescate de mil millones de las viejas pesetas con los que ETA pudo continuar su sanguinaria trayectoria.

De ETA a Sito Miñanco

Además de a Puigdemont, Gonzalo Boye se ha hecho célebre por defender al capo del narcotráfico Sito Miñanco, y no solo en calidad de abogado: la Audiencia Nacional le imputó recientemente al considerarle sospechoso de montar una red empresarial de blanqueo de dinero para su jefe.

Y no acaba ahí su "ilustre" clientela: también presta servicios al rapero fugado Valtonyc o a Rodrigo Lanza, condenado por matar a Víctor Laínez en Zaragoza, cuya sentencia se revisa en estos precisos momentos para elevarla a la categoría de asesinato.

Pese a la endeblez de sus denuncias y su historial, el presidente actual de la Generalitat, Quim Torra, se ha dado prisa en condenar el "delito" y en mostrar su apoyo al etarra ahora convertido en hombre clave de su mentor en la política catalana.