La terrible frase de Bildu para agradecerle a Sánchez su "comprensión" con ETA
La conexión del Gobierno con Bildu, instada por Podemos y adelantada por ESdiario, experimenta un nuevo capítulo con unas declaraciones elocuentes de la portavoz de Otegi.
El 5 de septiembre, ESdiario tituló así una de sus informaciones de portada: "Podemos no frenará: exigirá a Sánchez que se acerque a Bildu e ignore a Ciudadanos". Desde entonces, ese pacto de legislatura no ha hecho otra cosa que avanzar, con un momento simbólico y polémico como pocos: Sánchez le dio a Bildu el pésame por la muerte del etarra que se suicidó en la cárcel.
Desde entonces, todo ha ido en esa dirección, la de convertir al partido heredero de Batasuna, encabezado por Arnaldo Otegi, en algo más que un apoyo ocasional para señalarlo como socio preferente.
El remate "natural" a un entendimiento que incluye, desde 2018, la investidura del propio Sánchez, el Gobierno de Navarra, el acercamiento de 60 terroristas al País Vasco y al derogación de la reforma laboral del PP.
Pero a todo eso hay que añadirle, ahora, la mayor prueba de todas. No es un acuerdo concreto, pero es una declaración de intenciones que, con seguridad, soliviantará a las víctimas de ETA como casi ninguna otra. La ha pronunciado la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurúa, y es la primera vez que alinea a un presidente con los terroristas de una manera tan nítida.
En declaraciones a Radio Popular-Herri Irratia, la representante abertzale ha agradecido literalmente su actitud a Moncloa, aplaudiendo las "modificaciones en la política de excepción y castigo a los presos y a sus familiares", sin mencionar en ningún caso los delitos de sangre que pesan sobre los condenados.
Sintonía con Iglesias
"La percepción en Madrid está cambiando", añadió encantada Aizpurúa, en un guiño directo a Sánchez que confirma la buena relación entre el PSOE, Podemos y Bildu. Y aún más entusiasmo mostró hacia Pablo Iglesias, desvelando los tres ejes sobre los que versará esa alianza.
"Activar políticas sociales y económicas; solucionar el problema territorial y modificar la política penitenciaria". "Fue muy bien", remató para dejar claro que la relación con el Gobierno va viento en popa. A un precio, eso sí, que con seguridad no digerirá fácilmente una parte quizá mayoritaria de la sociedad española.