La polémica Leticia Dolera pide que se cambie el nombre de "camas de matrimonio"
La siempre polémica actriz y directora se ha descolgado con una incleíble reflexión sobre el apelativo que deben recibir las camas de los dormitorios.
La polémica actriz Leticia Dolera, conocida por su activismo feminista y también por despedir a una actriz embarazada, ha expresado públicamente una de las exigencias más rocambolescas que se le recuerdan: nada menos que dejar de llamar "camas de matrimonio" a las camas más amplias del mercado, para pasar a denominarlas "camas grandes" simplemente.
Su petición ha desatado una riada de respuestas, entre críticas y desternillantes, que recuerdan todas las controversias previas de la actriz, incluyendo sus críticas a Amancio Ortega, a mediados de marzo, cuando se conoció en plena pandemia la ayuda de Inditex para adquirir material sanitario.
Su nueva propuesta ha merecido la sorna generalizada, con mensajes que refrescan capítulos pasados como el despido de una actriz, contratada para una serie que dirigió Dolera, al quedarse embarazada. La "renacida" activista, a quien se relaciona con el político Jaume Asens de Cataluña en Comú, intento explicar que no pegaba para el papel, pero no logró esquivar una condena casi unánime.
Llueve sobre mojado
Antes de ese episodio, que protagonizó cuando promocionaba un "manual feminista", Dolera ya tuvo momentos ruidosos, especialmente al denunciar en plena ceremonia de los "Premios Feroz" que aquello parecía un "campo de nabos" por la elevada presencia de hombres. En aquella ceremonia además denigró el papel de azafata, ayudando a que fueran prohibidas con posterioridad en los premios de Fórmula 1 y otros eventos deportivos.
"Pienso en programas como 'El Telecupón', 'Un, dos, tres... responda otra vez', 'la Vuelta ciclista a España', la Fórmula 1, las carreras de motos, las ferias, los congresos, los shows de magia... salvo estas excepciones, el rol de azafata, digo de entregadora... estamos vetadas ahí. Así que gracias a los Premios Feroz por ayudarnos a demostrar a las mujeres que somos capaces de realizar este trabajo", denunció.
Contra las azafatas
Precisamente la Fórmula 1 era objeto de controversia dado que, al hilo de protestas como la de Dolera, la organización decidió suprimirlas, una medida aplaudida por muchos sectores y repudiada por otros, entre ellos el de las afectadas, que lamentaron que nadie les haya preguntado antes de quitarles su trabajo.
El caso es que la línea entre denunciar 'cosificación' y utilizar recursos que para el resto se consideran indiciarios de sometimiento, es muy delgada. La propia Dolera no tuvo ningún reparo en servirse de las mismas herramientas que modelos y azafatas para promocionarse a sí misma en un reportaje para la revista Esquire en 2012, participando en posados recogidos en un vídeo con el making off de aquella sesión para la célebre revista masculina cuyo lema fue 'El hombre en su mejor momento'.
En la misma, la actriz se vestía de manera sexy, se subía coquetamente la falda y, en general, utilizaba su anatomía de manera artística, en una línea similar a la que las azafatas aluden para defender su papel y negar que estén siendo utilizadas por nadie. Aún más, Dolera remataba el posado con un pequeño monólogo que incurría en buena parte de los tópicos sobre las mujeres que tanto se combaten ahora para acabar con los prejuicios. El último de ellos, las "camas de matrimonio".