Calvo insinúa que el Rey debería tomarse una tila y le recomienda "calma"
La vicepresidenta primera del Gobierno opta por la equidistancia ante los ataques de Iglesias y Garzón a Felipe VI y también culpa a la jefatura del Estado.
Carmen Calvo ha sido una de las protagonistas de la polémica institucional que ha acabado por provocar una crisis inédita en democracia entre el Gobierno de España y la Jefatura del Estado. Cuando se le preguntó, a mediados de semana, por qué el Rey tenía vetado por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez su presencia en Barcelona para el solemne acto de entrega de despachos a la nueva promoción de jueces, afirmó que era una decisión que estaba "muy bien tomada".
Consumado el feo, el pasado viernes, con la ausencia del jefe del Estado en la Ciudad Condal, la estrategia del ala podemita del Gobierno ha sido elevar la tensión con la Corona, acusando al Rey de falta de "neutralidad política".
Sánchez calla, Calvo, equidistante
Y ello sin que el presidente del Gobierno haya llamado a capítulo ni al ministro de Consumo, Alberto Garzón, ni a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por sus ataques sin ambages contra el Rey, al que ya ven como un rival político, situándolo en la órbita incluso de la "extrema derecha"
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, ha optado por la equidistancia, con una frase que seguramente no habrá gustado tampoco en Zarzuela: En lugar de recriminar a Iglesias y Garzón su acoso al jefe del Estado, Calvo ha repartido culpas por igual.
Así la número dos del Gobierno de Sánchez ha instado a "todos" a "empezar a tranquilizarse" y a mantenerse en su posición constitucional, ante la polémica suscitada por la ausencia del rey en Barcelona en la entrega de despachos a los jueces. "Y cuando digo todos, digo todos", ha subrayado.