El PSOE enfría la moción "patriótica" de Vox y la aleja del 12 de octubre
Los socialistas no tienen prisa por fijar la fecha del debate. Los de Abascal persiguen recuperar terreno perdido en los sondeos y promocionar a su candidato a las catalanas, Ignacio Garriga
De la fachada de la sede madrileña de Vox cuelga desde este martes un enorme cartel que dice: Moción contra la mafia. Es así como el partido de Santiago Abascal ha bautizado la moción de censura que este martes su grupo parlamentario registró en el Congreso, justo dos meses después de anunciarla.
Aunque el portavoz en la Cámara, Iván Espinosa de los Monteros, aseguró que el partido entablará contactos con el resto de formaciones en busca de apoyos, salvo sorpresa la moción de censura únicamente tendrá 52 votos favorables: los de los diputados de Vox.
Es evidente que será la menos votada de las presentadas hasta ahora por Felipe González, Antonio Hernández Mancha, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez (ésta fue la única que prosperó), pero también lo es que no es ése el objetivo de Vox, sino uno triple.
Recuperar el terreno perdido en las encuestas durante la pandemia, erigirse como la oposición real -aunque no la mayoritaria- al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y promocionar al que será su candidato a las elecciones catalanas, el diputado por Barcelona Ignacio Garriga. Será él quien defienda la moción, con Abascal como candidato.
El partido se ha tomado su tiempo para registrar la moción y poner así el reloj en marcha y ahora también la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se tomará el suyo para fijar la fecha del debate, que en principio no será durante la primera quincena de octubre. Lo que descartaría la semana de la Fiesta Nacional, la del 12 de octubre, una fecha muy simbólica para un partido como Vox.
La Mesa del Congreso calificará la moción el próximo martes, y a partir de ahí han de transcurrir un mínimo de cinco días para que pueda votarse. En la moción que presentó Sánchez contra Mariano Rajoy en 2018, la Mesa del Congreso que entonces presidía la popular Ana Pastor la calificó el 28 de mayo y el debate empezó el 3 de junio.
Es decir, el PP dejó transcurrir un plazo mínimo por un motivo estratégico: dar poco tiempo a Sánchez -el mínimo- para buscar y negociar apoyos, aunque finalmente la treta de los populares no les sirvió de nada porque el socialista los logró y ganó.
Esta vez, los socialistas ya deslizan que no correrán demasiado, aunque según Batet será "una tramitación adecuada dentro de la normalidad". Si en el camino se cruzara la llegada al Congreso de los Presupuestos, la tramitación de estos tendría prioridad. Pero no parece probable.
Eso sí: es seguro que la mayoría que forman en la Mesa del Congreso el PSOE y Unidas Podemos buscarán la fecha más propicia para Sánchez, que no está nada preocupado por esta moción. Más bien al contrario: los socialistas creen que solo servirá para que "las derechas diriman sus diferencias", en palabras de su portavoz en el Congreso, Adriana Lastra.
A este respecto, el mismo día en que Abascal anunció la moción de censura, el secretario general del PP le salió al paso para aclarar que los populares no votarían a favor. ESdiario publicó a principios de septiembre que Pablo Casado se inclinaba por la abstención frente al 'no', aunque hay distintas opiniones al respecto (Teodoro García Egea es partidario del 'no').
En cualquier caso, el PP aún no ha hecho oficial su posición, pero este martes Espinosa de los Monteros conminó a los populares a cambiar de idea y votar 'sí' junto a ellos.