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Cuca Gamarra: "El veto al Rey es la rendición del Gobierno al independentismo"

La portavoz del PP en el Congreso denuncia en ESdiario la "crisis política e institucional" que el Gobierno de Sánchez e Iglesias está promoviendo. "No son hechos aislados".

Cuca Gamarra este lunes en el Congreso.

Publicado por
Gonzalo Bans

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Apenas lleva un mes como portavoz del PP en el Congreso y ya ha tenido que lidiar con la segunda ola de la Covid-19 y sus efectos económicos, las pesquisas judiciales contra su partido por la operación Kitchen, los ataques a la Monarquía y al sistema constitucional del 78 por parte de miembros del Gobierno y la inhabilitación del presidente de la Generalitat. Lidia con ello y da la cara en la primera entrevista audiovisual de ESdiario. Cuca Gamarra lo tiene claro: “Hay que sacar a Sánchez de La Moncloa cuanto antes”.

- Se ha confirmado la inhabilitación por parte del Tribunal Supremo a Joaquim Torra. Se tiene que ir, pero ha hablado de ruptura democrática, que hay que elegir entre “democracia y libertad” o la “represión que supone el Estado”. ¿Qué le parece la inhabilitación y la reacción de Torra?

- En lo que tiene que ver con la inhabilitación, estamos satisfechos en el sentido de que este partido político, con sus medios y desde su capacidad, hemos defendido la necesidad de la aplicación de las leyes y su cumplimiento por parte de los responsables políticos; en este caso por el ya expresidente por haber sido inhabilitado.

El PP ha iniciado acciones, en este caso dentro de lo que era la Junta Electoral Central y por tanto nuestras acciones judiciales han tenido su efecto y nos sentimos satisfechos en la defensa de la democracia y del Estado de Derecho. La sentencia viene a ratificar que vivimos en un país donde las leyes se aplican y donde el que ataca al Estado al final tiene unas consecuencias: es juzgado con todas sus garantías y es condenado. Y en este caso es inhabilitado por actuar contra el Estado de Derecho. Por tanto, satisfacción de que funcione el Estado de Derecho en nuestro país.

- ¿Qué espera de un Gobierno en el que un ministro (Castells), previa sentencia, ya ha dicho que veía “exagerada” la propuesta de inhabilitar a Torra porque se trata de una “provocación a una situación ya de por sí complicada”?

- Los españoles tenemos que darnos cuenta qué tipo de Gobierno tenemos. Qué tipo de presidente tenemos y quién es su Consejo de Ministros. Y lo que él consiente y admite de ese Gobierno. Quien debiera ser el garante del Estado de Derecho, de la igualdad entre los españoles, del cumplimiento de la ley, de que la ley es igual para todos, de garantizar la independencia del poder judicial, del respeto de las decisiones judiciales… no puede desmarcarse de todo eso y ponerse al otro lado y, por tanto, acercarse a los que dieron un Golpe de Estado. Porque eso es lo que pasó el 1-O y han sido condenados por delitos de sedición.

Estamos viviendo momentos de crisis política y crisis institucional que está promoviendo el propio Gobierno. Los propios miembros del Gobierno, tanto por acción como por omisión. Por acción, fundamentalmente, los ministros que provienen de Podemos, pero por omisión y también por algunas acciones los ministros que provienen del PSOE, que están consintiéndolo y están debilitando nuestra democracia. Y están promoviendo una crisis institucional y política en plena pandemia y en plena crisis económica. Ello agudiza más las dificultades que tenemos como país para afrontar las dificultades que tenemos.

- ¿Temen ustedes que finalmente el Gobierno conceda el indulto a los presos condenados por el procés? ¿Cree que el Gobierno es capaz de llegar a eso?

- Sí que es capaz de llegar a eso. Porque los hechos demuestran que Sánchez es capaz de llegar a cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder con quienes fueron sus socios de investidura. Y es capaz de llegar a eso, porque ya hemos visto que negocia con Bildu, que sigue siendo el brazo político de una banda terrorista que asesinó a más de 800 personas en España. Muchas de ellas socialistas. Y sin embargo el presidente es capaz de negociar con ellos y de sentarse en una mesa cuando dijo que no lo haría. La semana pasada vimos cómo la vicepresidenta primera del Gobierno se sentaba con Bildu para hablar de los Presupuestos Generales del Estado, por tanto, para llegar a acuerdos. Hemos visto cómo el PSOE plasmaba su firma al lado de la de Bildu en la negociación de las prórrogas del estado de alarma, cosa que nunca pensábamos que íbamos a ver.

Pero lo que tiene que ver con Cataluña y con los políticos que cometieron delitos y por ello fueron juzgados y por ello han sido condenados, también es capaz de todo. Por dos vías: una, la del indulto. No hay más que ver cómo lo plantearon: surge de una respuesta del ministro a la portavoz parlamentaria del partido de Puigdemont en el Congreso de los Diputados. Blanco y en botella. En el PP ya avisamos que lo recurriremos si lo llegan a acordar. Además, hemos iniciado una iniciativa legislativa de una reforma de la Ley de indulto para prohibir por ley y evitar los indultos en este tipo de delitos.

La segunda vía es la reforma del Código Penal para reformar los delitos de sedición, con una reducción de la pena. Afectaría de manera directa a los ya condenados por la retroactividad de los artículos del Código Penal. También beneficiaría a los que no han sido juzgados porque han huido. No sólo lo han anunciado sino que está recogido en el calendario normativo para este año 2020.

- La última cuestión sobre Cataluña. ¿Para el PP qué calendario sería el ideal tras la inhabiliación de Torra?

- Una convocatoria electoral de manera inmediata. Que permita a los catalanes tomar la palabra y que tengan la oportunidad de cambiar la inestabilidad política que han vivido en los últimos años. Porque al final se ha convertido en un lastre para la sociedad y economía catalana.

- ¿Sabe ya los motivos por los que el Gobierno vetó la presencia del Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona? ¿Les han explicado los motivos?

- No nos lo han explicado, ni a nosotros ni a los españoles. No lo entendemos. Lo que estamos viendo en los últimos tiempos es la intención, es decir, no son unos hechos aislados los que van ocurriendo por parte de distintos miembros del Gobierno que se convierten en ataques al poder judicial, atacando la separación de poderes; o la interferencia de un poder judicial con el nombramiento de la Fiscal General del Estado con un perfil tan marcadamente político hasta el punto de que ha sido no sólo ministra sino cabeza de lista por el PSOE en las últimas elecciones…

No son hechos aislados, estamos viendo cómo el propio Gobierno es el que ataca el marco constitucional del 78 que establece la Monarquía Parlamentaria y que establece que la Jefatura del Estado corresponde al Rey de España. No entendemos esas actitudes porque plantean cesiones al independentismo. Esas afirmaciones de ministros que dicen que “hay que garantizar la convivencia y que no procede que el rey se desplace a Cataluña” lo que significa es la rendición y un ejercicio de cesión por parte del Gobierno a aquellos que atacan, además, la integridad de nuestro país y nuestro modelo de convivencia.

- ¿Quién quiere cargarse la Constitución del 78? ¿Todo el Gobierno, parte de él? Y, sobre todo, ¿por qué se lo quieren cargar?

- Tenemos un Gobierno que es de coalición del PSOE con Podemos, con el Partido Comunista, porque están todos en es formación. Ellos no ocultan que su objetivo es cambiar el modelo constitucional que nos dimos. El problema es que el PSOE, con el presidente del Gobierno de España al frente, lo consiente. No censura, no sólo las afirmaciones, sino las conductas de los propios miembros del Gobierno. Porque cuando hablan lo hacen como miembros del Gobierno de España. Cuando hablamos de esos ataques al orden constitucional, vienen de querer interferir en el poder judicial con ciertos nombramientos o querer atacar la separación de poderes cuando un miembro del Gobierno ataca al CGPJ en relación a distintos asuntos judiciales que afectaban al partido del vicepresidente segundo del Gobierno o a él mismo (Pablo Iglesias).

El PSOE, con el presidente al frente, consiente los ataques al modelo constitucional

Es un ataque y viene a debilitar un modelo de convivencia basado en la separación de poderes, en el equilibrio entre los poderes, en la independencia del poder judicial y que mantiene a la Monarquía Parlamentaria como la fórmula que nos dimos los españoles y que fue refrendada en su momento. También se puede ver ese cambio en querer reescribir toda la transición y cuestionarla como hacen miembros del Gobierno.

- ¿Van a reprobar finalmente al vicepresidente Iglesias por las palabras que ha pronunciado sobre el Rey?

- Sí. El miércoles en el Pleno se ha formulado una interpelación en defensa de nuestro modelo de convivencia y nuestro marco democrático y, como consecuencia de esa interpelación, promoveremos una moción que pide la reprobación del vicepresidente.

- Sobre la pandemia. ¿Cómo es posible que la semana pasada se reunieran Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, dieran sensación de entendimiento y al final de semana acabaran los dos gobiernos echándose los trastos a la cabeza?

- En primer lugar hay una actitud del Gobierno de España desde el principio de la declaración de esta pandemia que es la no asunción de sus responsabilidades. No ponerse al frente de una pandemia que afecta a todo un país, no sólo a una comunidad. Si nos vamos a Europa, todos los presidentes se han puesto al frente de la gestión esta crisis. Menos en España que el Gobierno ha decidido que esto no es competencia suya, cuando sí lo es.

Y no asumir un liderazgo para luchar contra un virus. Llegamos tarde, llegamos mal y además el Gobierno de España decidió no actuar y dejar a las comunidades solas. Esa es una realidad. No hay más que ver las gestiones que han llevado a cabo no asumiendo lo que eran sus responsabilidades en muchísimos momentos.

- ¿El liderazgo se refiere al estado de alarma, es decir, el liderazgo que hubo con el mando único en los meses de marzo, abril, mayo y junio?

- Me refiero al liderazgo con estado de alarma y sin estado de alarma, es decir, un Gobierno de un país como es España no puede no darse por enterado o no asumir sus responsabilidades con una pandemia y considerar que no es competencia suya y que es competencia de las comunidades. El Gobierno tiene que estar al frente en todo momento. Tiene que estar bien aconsejado, asesorado por comités de expertos que realmente existan. Que tiene que gestionar una compra centralizada de equipos de protección para proteger como país a sus sanitarios y a sus ciudadanos. Y todo eso ha fallado. Y eso le corresponde a un Gobierno. Una comunidad no puede ir por el mundo comprando con la misma fortaleza que puede hacerlo un Gobierno de España.

El Gobierno de Sánchez ha hecho una politización de la pandemia en su grado más alto

Y eso se ha llevado a cabo de una manera negligente. Esa es una realidad. Si no, no seríamos el país con más fallecidos, el país con más contagiados, con porcentaje más alto de sanitarios contagiados… Eso tiene que deberse a algo. Y además debe ser auditado. Y deben buscarse las causas. Durante el estado de alarma había mando único, pero es que cuando deja de haber estado de alarma no significa que el Gobierno de España deja de tener responsabilidades y competencias según la Ley de Salud Pública. Y el Gobierno ha decidido no asumir esas responsabilidades.

Pero ha ido todavía más allá, porque esta semana lo que se ha podido ver es la politización por parte del Gobierno de Sánchez de la pandemia en el grado más alto. ¿Por qué? Porque en vez de estar colaborando con una comunidad como es Madrid decidió, cuando un martes decía que todo era correcto, el jueves decir que no era correcto, porque les interesaba políticamente hablando. Y aunque eso fuera en perjuicio de los ciudadanos, no garantizándoles lo que les tienes que garantizar que es tranquilidad.

- Pero esto es gravísimo, señora Gamarra, pensar que un Gobierno antepone sus intereses políticos a los sanitarios y al bienestar de los ciudadanos…

- Es que es grave y es triste. Lo que está claro es que cuando se hacen afirmaciones como la que hizo el ministro Illa tiene que haber unos criterios técnicos que la respalden. Y hoy los españoles, o los madrileños, no pueden entender por qué a ellos se les plantean unas medidas que no se plantean en otras comunidades. que están igual o peor que Madrid. Es decir, todo tiene que responder a unos criterios técnicos y científicos, pero para eso tiene que haber un comité de expertos que exista que, en este país, lamentablemente, no existe.

- Por resumir: es la Comunidad de Madrid la que debe tomar las decisiones y el Gobierno central respaldar lo que la comunidad decidiese, ya sea Madrid u otra.

- Exacto. Pero no sólo con Madrid, con todas las comunidades. Y con criterios iguales para todas. Esto es algo que están exigiendo todas las autonomías, criterios claros y a los que puedan acogerse. Y que los marque quien los tenga que marcar. Pero no que estén basados en la arbitrariedad y en la decisión política. Porque aquí no cabe la decisión de un político, cabe la decisión de un técnico, de un científico, y eso es lo que debe regir la toma de decisiones.

- ¿Sobre las expectativas económicas de los próximos meses?

- No son las mejores. Hoy (por el lunes) conocíamos un dato: el Gobierno rectifica su previsión de crecimiento y la empeora a la última que nos había dado. Ya estamos en una caída de PIB de más del 11%. El escenario no es bueno, no sólo por la situación en la que nos encontramos sino por las manos en las que estamos.

Estamos en manos de un Gobierno incapaz e ineficaz

Lo que vemos constantemente son los distintos criterios por parte de distintos ministros que van bloqueando las tomas de decisiones. Y al final estamos en manos de un Gobierno incapaz e ineficaz para hacer funcionar a los destinos sectores; o darles la estabilidad que necesitan con instrumentos concretos de planes de reactivación económica. Decían: “No cabe el café para todos” con el tema de los ERTEs, lo que no cabe son las mismas medidas económicas para todos los sectores.

Por ejemplo, el turismo es un sector específico en nuestro país que, además, ha sido minusvalorado por los propios ministros (hemos oído declaraciones francamente duras de desprecio hacia un sector del que dependen muchísimas familias españolas). Este sector necesita un plan específico de reactivación. El del automóvil exactamente lo mismo. La agricultura necesita una buena negociación de la PAC… Y eso debiera estar produciéndose en estos momentos y lo que vemos es la parálisis y la inacción de un Gobierno que tiene gravísimas dificultades para coordinarse internamente y poder llevar adelante este país.

- ¿Tienen ya decidido el sentido del voto del PP en la moción de censura de Vox, cuyo candidato va a ser Santiago Abascal?

- Una vez registrada analizaremos internamente, dentro de los órganos del partido, el sentido de voto. Lo que sí hemos trasladado es que no íbamos a apoyar esa moción de censura. ¿Por qué? Porque la suma no da. A todos nos encantaría poder llevar a cabo una moción de censura que pudiera fructificar, si eso fuera posible ya lo hubiera hecho el PP. Pero la realidad aritmética es aplastante y para poder sacar adelante esa moción de censura la tendría que apoyar partidos como Bildu, ERC o como JxCat. Y eso no va a ocurrir. Porque evidentemente esos partidos son los partidos que sustentan la investidura y, por tanto, se situarán en contra de la moción de censura. Porque, además, esos partidos si algo quieren es el Gobierno más débil. Lo que más les favorece es Pedro Sánchez al frente de La Moncloa.

Por lo tanto, esa moción de censura nace fallida porque los números y la aritmética no dan, por mucho que nuestros deseos y anhelos sean que Sánchez salga cuanto antes de La Moncloa.

- ¿Piensa lo mismo que el secretario general del PP, que dijo que “mientras Vox exista, Sánchez tiene asegurada La Moncloa con sus socios?

- Por supuesto. Es una afirmación basada en algo claro. Al final, polarizar a quien está favoreciendo es a Pedro Sánchez. Y mientras el centro derecha esté dividido es mucho más complicado que el centro derecha pueda llegar a gobernar España. Y el primer objetivo que tenemos que tener los españoles que defendemos un proyecto para España de centro derecha basado en unos principios como la libertad, la libertad económica, la libertad de empresa, la libertad individual, un modelo territorial como el que tenemos… es pensar cuál es la fórmula a través de la cual nuestro voto puede garantizar que el centro derecha gobierne en España. Y eso nos tiene que llevar a un trabajo por parte del PP de aglutinar dentro de nuestro electorado con mayor amplitud el centro derecha.

- Sobre la operación Kitchen. ¿Le preocupa lo que se pueda descubrir judicialmente las próximas semanas o meses sobre el espionaje ilegal que se hizo a Luis Bárcenas? Por el momento ya hay un exministro del PP imputado… ¿Están ustedes tranquilos?

- Bueno, yo confío plenamente en los tribunales y, por tanto, confío en la instrucción que se haga dentro de ese procedimiento y confío en que los jueces juzgarán esos hechos y lo harán con absoluto respeto a la presunción de inocencia. Y, además, tengo la tranquilidad de que, en mi partido, si alguien ha cometido alguna actuación que no sea correcta, que no sea conforme a lo que debe ser un buen gobernante, no sólo tendrá el castigo que la justicia establece sino la respuesta contundente del PP y de Pablo Casado.

- ¿Cree que a Pablo Casado no le temblará el pulso si tiene que tomar decisiones duras, ya sea en este caso Jorge Fernández Díaz, que ha sido imputado, o si el caso llega más arriba del exministro?

- Yo creo que Pablo Casado ha dado muestras más que sobradas, durante estos dos años que está como presidente al frente de nuestro partido, de que es una persona de Estado y que, por encima de todo, se debe a los españoles y que no le temblará el pulso.

- Cuando asumió su nuevo cargo dentro del PP como portavoz parlamentaria, daba la sensación de que existen dos alas en el partido: la más moderada celebró su nombramiento, sin embargo, el ala más conservadora no lo vio con tan buenos ojos. ¿Percibió esas reacciones? ¿Existen esas dos alas en el partido?

-Yo soy una persona que conoce mi partido perfectamente, se me conoce más dentro que fuera, lógicamente, por mi trayectoria. Mis compañeros saben perfectamente cómo soy. En el PP no hay “más blandos y más duros”, eso es caer en el discurso de la izquierda que quiere dividirnos y enfrentarnos, porque es la manera en la que se fortalecen. Y a nosotros lo que nos corresponde es trabajar duro y con firmeza. Un discurso firme no tiene que ser necesariamente un discurso duro en términos dialécticos, sino que hay muchas maneras de decir con firmeza las cosas y también de buscar acuerdos cuando es necesario.

- ¿Le molesta que su antecesora, Cayetana Álvarez de Toledo, siga como diputada? ¿Tiene relación con ella? ¿Ha tenido ocasión de llamarla, pedirla consejo durante este último mes?

- Soy muy respetuosa con aquello que han decidido los ciudadanos y también con las decisiones que tome cualquier miembro de mi grupo parlamentario, que en este momento tengo la responsabilidad de coordinar y de ser su portavoz y, por tanto, tiene todo mi respeto y mi respaldo.