Dan a Iglesias una cura de humildad por su hipocresía con los escraches
Lo que para el líder de Podemos eran antes jarabes demócraticos, cuando las víctimas eran los dirigentes del PP, ahora son delitos. Pero la Justicia no se deja impresionar.
El mismo Pablo Iglesias que encabezó un escrache para reventar una conferencia de Rosa Díez en la Universidad Complutense de Madrid, o el que calificó de "jarabe democrático" las emboscadas de la ultraizquierda contra dirigentes del PP, o que se erigió en defensor de los tuiteros y raperos dedicados al insulto, se siente ahora víctima de los acosadores y pretende que la Justicia les ponga en su sitio.
Son los oropeles del cargo de vicepresidente segundo del Gobierno y la vida burguesa del casoplón de Galapagar. Y lo que ante eran legítimos ejercicios de rebeldía democrática ahora se han convertido en denuncias por presuntos delitos.
La Fiscalía Provincial de Madrid ha archivado las diligencias de investigación derivadas de un oficio de la Guardia Civil por un presunto delito de injurias contra Iglesias, por un vídeo de YouTube con insultos dirigidos al líder de Podemos.
La investigación parte de un CD enviado por la Unidad Central 3 de la Jefatura de Información de la Guardia Civil a la Fiscalía con un vídeo titulado Jarabe democrático: Protesta en el casoplón de Pablo Iglesias', que se emitió el pasado 22 de agosto en el canal de YouTube Estado de alarma.
En la grabación, una persona identificada como V.A.A.S. lanza expresiones "insultantes" contra el vicepresidente segundo durante una concentración "pacífica". "La mierda que eres", "sigues siendo la misma mierda" y "cacho cabrón" son algunas de ellas.
Un día después, se aporta a la investigación un segundo vídeo grabado por la misma persona y difundido en la misma plataforma en el que "expresamente" pide disculpas por dichas declaraciones y asegura que no es por miedo "sino por educación y por no manchar el buen nombre de todos los votantes de Vox".
El Ministerio Público ha considerado que los insultos se dirigen de forma "directa" e "individualizada" contra Iglesias y, por tanto, "no guardan relación con el ejercicio de las funciones del destinatario como autoridad".
No obstante, la Fiscalía señalaque si el número tres del Gobierno cree que "se ha visto afectada o comprometida su estima personal o menoscabada su fama puede denunciar los hechos por delito privado de injurias, así como acudir a la jurisdicción civil".