La dimisión a medias de Reyero azuza el fantasma de la moción contra Ayuso
El consejero de Políticas Sociales se va y agrava la crisis de confianza entre los dos socios de gobierno, el PP y Cs. Pero pretende conservar su escaño, lo que alienta las especulaciones.
El consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, de Ciudadanos, ha dimitido este viernes poco antes de la entrada en vigor de las nuevas restricciones para la Comunidad de Madrid ordenadas por el Ministerio de Sanidad. Y en medio del fuego cruzado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de Isabel Díaz Ayuso.
Su dimisión agrava aún más la crisis de confianza entre los dos socios de gobierno, el PP y Cs. En su carta, Reyero asegura que se trata de una decisión "meditada", no "apresurada", y que quiere volver a su trabajo como diputado en la Asamblea de Madrid en defensa de "los derechos de las personas más vulnerables". Es decir, pretende mantener su escaño.
Ello ha empezado a despertar todo tipo de especulaciones. Con Reyero, el bloque formado por el PSOE, Más Madrid y Podemos sumaría 65 diputados y se quedaría a solo dos de la mayoría absoluta que necesitaría para desbancar a Díaz Ayuso en una hipotética moción de censura. Siempre y cuando él y otros dos diputados de Cs votaran a favor de esa moción, en un grupo parlamentario -el de Aguado- que no guarda ninguna simpatía hacia la presidenta popular.
El ya exconsejero envía un mensaje nítido al recordar a la presidenta regional que el camino "más acertado" para vencer al virus es el de "la unidad entre las instituciones". Ello en consonancia con lo que viene defendiendo el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, que fue precisamente quien lo nombró.
Reyero presume de que se va con los deberes hechos al destacar que en este momento la situación en las residencias está "bastante controlada, aunque no nos podemos confiar". Sin embargo, precisamente las residencias fueron el gran foco de conflicto entre los dos socios de gobierno en la primera oleada.
De hecho Díaz Ayuso arrinconó al consejero de Cs al comienzo de la crisis sanitaria, a finales de marzo. Reyero fue despojado de las competencias en materia de residencias, que recayeron en el consejero de Sanidad, el popular Enrique Ruiz Escudero. Después la presidenta madrileña decidió crear una Viceconsejería en Sanidad para Antonio Zapatero y encargarle la estrategia a desarrollar en los centros socio-sanitarios y residencias de mayores.
Además, los populares siempre sospecharon que fue él la mano negra detrás del supuesto contrato que no era tal a Room Mate, el grupo de Kike Sarasola, después de conocerse la estancia de Díaz Ayuso en uno de sus hoteles.
Reyero pretendió zanjar el asunto obligando a dimitir a un subalterno, el secretario general técnico, Miguel Ángel Jiménez. Pero la presidenta madrileña decidió parar ese cese hasta que la investigación abierta le llevara al fondo de todo.
Después filtró a El País una serie de correos electrónicos en los que advertía al consejero Ruiz Escudero de que el protocolo de Sanidad para elegir que mayores debían ser trasladados a los hospitales y cuáles no suponía dejar morir "de forma indigna" a muchos.