Marlaska acerca al asesino múltiple Fiti y la AVT estalla: La última línea roja
Las víctimas pidieron hace una semana al ministro que detuviera los premios a etarras. Su respuesta, una humillación en toda regla. Y una "puñalada" a la Guardia Civil.
El etarra Arregui Erostarbe, Fiti, cuando fue entregado por Francia.
La pasada semana, cuando Interior anunció la última remesa de acercamientos de presos etarras a las cárceles del País Vasco, la AVT puso el grito en el cielo y acusó a Fernando Grande Marlaska de cruzar todas las líneas rojas de la decencia. Lo que no se imaginaban las víctimas del terrorismo es que Marlaska les guardaba otra desagradable sorpresa. Una sorpresa que ha llegado este lunes y que ha dejado al colectivo en shock.
El Ministerio del Interior ha anunciado el acercamiento a una cárcel del País Vasco del sanguinario jefe de ETA José María Arregui Erostarbe, alias Fiti, de quien recuerdan que tiene "15 asesinatos a sus espaldas" y fue inductor, entre otros, del atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza.
"Marlaska traspasa la última línea roja", ha señalado la AVT en un comunicado difundido a los pocos minutos de conocerse la decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias de trasladar a otros cinco etarras, entre ellos Fiti, de 74 años de edad y que ya fue acercado a finales de 2019 a Asturias en un movimiento cuestionado por las víctimas del terrorismo por ser un preso con delitos de sangre y aprobarse el traslado en plena negociación de investidura.
La AVT lamenta, como en anteriores ocasiones, que Interior ponga fin a la política de dispersión con los presos de ETA sin exigir antes colaboración con la Justicia. "El Gobierno de España ha vuelto a decepcionar a las víctimas del terrorismo tras la decisión de acabar con la última línea roja que le quedaba en materia penitenciaria", dice.
La asociación que preside Maite Araluce recuerda que el de Fiti, uno de los dirigentes etarras del histórico colectivo Artapalo que cayó en la operación policial contra la cúpula etarra en Bidart en 1992, es el "primer acercamiento de un preso de ETA a una prisión propia del País Vasco sin que exista motivo de salud y marca un nuevo hito en la política penitenciaria".
La AVT critica los cinco nuevo acercamientos y la concesión de un tercer grado para Ibon Etxezarreta Echaniz. La asociación cree que se trata ya de "acercamientos masivos" por parte del Gobierno, que se autorizan sin colaborar con la Justicia, "verdadero síntoma de arrepentimiento para poder valorar el pronóstico favorable de reinserción de los presos".