Sánchez manda al Rey al "avíspero" de Bolivia y le expone a un choque con Maduro
El Gobierno decide que sea Felipe VI quien represente a España en la toma de posesión de Luis Arce. Allí puede encontrarse cara a cara con Evo Morales y con el dictador venezolano.
Como poco, escaso sentido de la oportunidad. El Gobierno va a meter al Rey Felipe VI en un embrollo diplomático que puede desembocar en una emboscada mucho más preocupante.
En apenas una semana, Bolivia va a acoger la ceremonia de toma de posesión de su nuevo presidente, Luis Arce, el candidato del partido de Evo Morales. Y allí el Jefe del Estado puede encontrarse cara a cara con Nicolás Maduro, en plena guerra diplomática entre el Ejecutivo español y el régimen dictatorial de Caracas. Una jugada diplomática de alto riesgo para el Monarca.
Felipe VI representará a España en los actos de toma de posesión de Arce, los días 7 y 8 de noviembre, ha informado este viernes la Casa del Rey tras la decisión del Gobierno. Según han confirmado fuentes del Ejecutivo, hasta La Paz también tiene previsto desplazarse Pablo Iglesias.
Arce tomará posesión menos de un mes después de haber ganado las elecciones presidenciales para sustituir a la presidenta interina Jeanine Áñez. Su Gobierno lleva en el puesto un año, desde la renuncia de Evo Morales tras unas elecciones que fueron rechazadas por la OEA y que motivaron protestas de la oposición con el apoyo del Ejército. Pero Bolivia sigue siendo un avíspero y un sector del partido ganador quiere juzgar ahora a la presidenta saliente, reconocida por la comunidad internacional.
¿El Rey cara a cara con Maduro? El recuerdo del "por qué no te callas".
Ahora, el candidato del MAS, el partido de Morales, ha ganado las elecciones en primera vuelta. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores saliente ha informado de que no extenderá invitaciones al exmandatario boliviano ni al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
En un comunicado, la cartera que lidera ahora Karen Longaric ha manifestado que, a su juicio, Morales ha sido "hostil" al proceso democrático boliviano, antes de agregar que "su presencia en el país generará tensión social y política". En referencia a Maduro, ha puntualizado que la nación andina reconoce al Ejecutivo del autoproclamado "presidente encargado" venezolano, Juan Guaidó, como el Gobierno "legítimo" del país caribeño.
Sin embargo, es previsible que todo esto cambie. Longaric ha matizado que su decisión es la de no extender invitaciones a ambos mandatarios, pero han reconocido que el futuro gobierno de Arce, que es el anfitrión de la toma de posesión, ha manifestado "su deseo" de sí invitarles.
Y llama la atención por ello la arriesgada decisión de enviar al Rey a La Paz. Más aún cuando en estas últimas horas Maduro ha acusado a España de estar en el epicentro de una conspiración contra Venezuela. Y en el aire el recuerdo de aquel viral "por qué no te callas" que Juan Carlos I le espetó a Hugo Chavez en la Cumbre Iberoamericana de Chile.
Precisamente este viernes, Leopoldo López se ha reunido en Madrid con Pablo Casado, al que ha agradecido que "el pueblo español esté con la causa de la libertad en Venezuela".
Casado ha expresado su apoyo a López en las tres misiones que el líder opositor se ha propuesto llevar a cabo: "exigencia de elecciones presidenciales libres para la transición democrática, sanciones internacionales al régimen y plan humanitario para Venezuela".
El líder popular ha elegido su despacho en el Congreso para recibir al opositor a Maduro mientras que Pedro Sánchez se reunió con él el pasado martes, pero no en Moncloa ni en el Parlamento sino en la sede del PSOE.