El alegato de un alto cargo del PSOE hunde los pactos de Sánchez con Bildu
El delegado del Gobierno en el País Vasco ha presidido este lunes el "Día de la Memoria" con un discurso aplaudido. Con una salvedad, casa mal con la política de su jefe directo.
De haber escuchado en directo en Moncloa o de leerse allí con detenimiento el discurso pronunciado este lunes por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Pedro Sánchez o Adriana Lastra deberían estar a está hora cortando de raiz cualquier línea de negociaciones del PSOE con Bildu.
Por que Denis Itxaso, el representante de la Administración Central en la Comunidad Autónoma Vasca ha hablado muy claro sobre los herederos de ETA y su actual brazo político, Bildu, socio preferente del Gobierno progresista.
Itxaso ha clausurado en Vitoria el acto convocado por la Delegación del Gobierno y por el Memorial de Víctimas del Terrorismo con motivo del Día de la Memoria, instaurado por el Parlamento Vasco en 2010 como jornada oficial de reconocimiento y recuerdo a los damnificados por el terrorismo.
En el acto, también han intervenido el director del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, así como familiares de varias víctimas de ETA.
El delegado del Gobierno ha subrayado que el recuerdo es "un arma cargada de futuro" y, citando al poeta Gabriel Celaya, ha reivindicado la memoria "como un pulso que golpea las tinieblas" con el fin de "restaurar verdades, remedar olvidos, descorrer visillos y eliminar veladuras que pretenden edulcorar la terrible realidad sufrida en Euskadi durante más de 40 años".
Los dos portavoces de Bildu, reunidos esta pasada semana con la ministra de Hacienda para negociar los PGE.
Itxaso ha remarcado la importancia de "reparar la vergonzosa injusticia del olvido" y de "superar la tentación de la amnesia plácida tras la que anida siempre la cobardía".
En este punto, y en referencia a los recibimientos públicos a expresos de ETA o a los actos en recuerdo a miembros de la banda fallecidos patrocinados por Bildu y sus organizaciones satélites, Denis Itxaso ha lamentado que todavía haya quien "homenajea el sufrimiento y la muerte", y algunas personas aún "rinden tributo a quienes fueron causa de destrucción y miseria".
A su juicio, estos "sórdidos homenajes a quienes asesinaron no tratan tanto de enaltecer el odio y la muerte, que también, como mantener supurando una herida que dé sentido a la impiedad y la cobardía de quienes hicieron del plomo el peso de sus argumentos".
"Mientras reivindicar la vida es querer sanar las heridas, permitir que curen y cicatricen, jalear una historia de dolor y muerte, como se hace en los homenajes, no es sino pisotear la dignidad, impedir la reinserción, tratar de secuestrar la voluntad del excarcelado y de condicionar la rehumanización de quien abandona la prisión y aspira a reiniciar una vida extramuros".
Con estas actitudes -ha advertido- "solo gana la intolerancia y el resentimiento", por lo que "de esa semilla nada puede brotar sino pus e insidia".
El delegado del Gobierno ha añadido que el perdón "tiene un efecto balsámico incomparable frente al odio que subyace en los recibimientos y aclamaciones a los excarcelados", un odio sobre el que ha manifestado que "se enquista e imposibilita la reparación, dificulta la reconstrucción, y desdeña el respeto y la palabra".
Por todo ello, ha apelado a las "conciencias" de quienes "no hacen sino añadir dolor al dolor con sus sórdidos homenajes" para que suspendan estos actos "de una vez y para siempre".
Por su parte, Florencio Domínguez ha alertado de la importancia de seguir trabajando "para deslegitimar el terrorismo pasado" y evitar que en la actualidad pueda permanecer "cualquier. Domínguez ha denunciado que los "homenajes" a miembros de la desaparecida organización terrorista suponen "un ataque a la convivencia", ya que "exaltan comportamientos y valores incompatibles con una sociedad democrática".
En el acto también han ofrecido su testimonio Iván Ramos Torrano, hijo de Maite Torrano, asesinada en un atentado a la sede de la agrupación socialista de Portugalete el 25 de abril de 1987; Lorena Díez Elorza, hermana del ertzaina Jorge Díez, asesinado por ETA el 22 de febrero de 2000; y Francisco Javier Sáenz Martínez, hijo de Alejandro Sáenz, exguardia civil asesinado por ETA el 30 de diciembre de 1985.