Moncloa despliega su nueva cortina de humo y endosa al PP su pacto con Bildu
Tras imponer el cierre de filas interno en la Ejecutiva de este lunes, Gobierno y PSOE se lanzan a tratar de convencer a sus militantes de su "no pacto" con los de Otegi.
El anunciado sí de Bildu a los PGE de Pedro Sánchez sigue marcando la agenda política pese a los intentos del PSOE de decretar el apagón. Y este martes, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha tenido que dar la cara ante los periodistas por la polvareda política generada por el anuncio de Arnaldo Otegi de que sus cinco diputados se pondrán a lado del PSOE en la votación de los Presupuestos, y por la bendición a este pacto otorgada por Pablo Iglesias.
La también titular de Hacienda ha desplegado la nueva estrategia que este lunes Sánchez impuso a su Ejecutiva Federal, acallando primero las críticas internas, negando que haya un acuerdo parlamentario con Bildu y endosando parte de la responsabilidad del acercamiento del Gobierno a los batasunos a la negativa del PP de abstenerse o apoyar las cuentas públicas del Ejecutivo progresista.
Por que en la sesión de control al Gobierno en el Senado, el propio Sánchez ha pasado de puntillas por la polémica. Se ha limitado a celebrar la "mayoría amplia" de 198 diputados que han avalado la tramitación de los Presupuestos pero ha evitado posicionarse sobre las críticas que está recibiendo, incluso desde dentro del PSOE, por ese apoyo.
Durante esa sesión y ante las duras acusaciones que le ha lanzado el portavoz del PP, Javier Maroto, de "integrar en la dirección del Estado" a una formación que quiere "derribar el régimen" y que representa "lo peor de la política española", Sánchez no ha hecho en sus intervenciones ninguna alusión a este asunto.
Pero en Moncloa se considera "estéril" que se le critique por el apoyo de Bildu a la tramitación de los Presupuestos y se arremete contra lo que considera estrategia de "desgaste" del PP y Vox, al no respaldarlos. Ésa ha sido la argumentación de la portavoz Montero tras la reunión del Consejo de Ministros.
En la rueda de prensa posterior la reunión del gabinete y cuestionada sobre si pensaba volver a reunirse de nuevo con la formación de Otegi en la ronda de negociación con los grupos parlamentarios para las enmiendas parciales, Montero ha rechazado que se "reproche" el respaldo de los cinco diputados que capitanea Mertxe Aizpurua cuando ETA ya "fue vencida" y ha señalado que Bildu aún no ha confirmado que vaya a votar a favor al final del trámite parlamentario sobre los Presupuestos.
La titular de Hacienda conversando con la portavoz de Bildu, Merche Aizpurúa.
En este mismo sentido y tirando del mismo argumentario, la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, ha restado importancia al apoyo de Bildu y, de hecho, ha insistido en que seguirá negociando los PGE con quienes deseen, incluyendo a al partido heredero de Batasuna.
Lastra, como la portavoz Montero, ha expresado su esperanza en que la voluntad de entendimiento del Gobierno y de una "mayoría" de la Cámara acabe con unos Presupuestos Generales que son "más urgentes y necesarios que nunca".
"Bienvenidos sean todos los apoyos que permitan a este país avanzar", ha resumido la número dos de Ferraz, para añadir que es "obligación" del PSOE, y del Gobierno que comparte con Unidas Podemos, hablar con todos los grupos que han presentado enmiendas a los Presupuestos con intención de mejorarlos y que además hayan expresado su disposición a apoyarlos.
Un argumentario que ha continuado utilizando también el portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, que ha subrayado que se trata de un "éxito de la democracia" que Bildu participe en las instituciones y ha acusado al PP de querer "tumbar" al Gobierno al no apoyar los Presupuestos de 2021.
"La posición que mantiene el PP es de intentar situar el debate en unas siglas no es más que un recurso para desviar la atención", ha añadido, para referirse al portavoz popular en la Cámara Alta, Javier Maroto, a quien ha acusado de ser un "especialista" en pactar con Bildu. "Pregúntenle a Maroto".