El "155 fiscal" de Pedro Sánchez a Madrid remata a Ángel Gabilondo
El pacto con Rufián ha colocado a los socialistas madrileños en una posición muy incómoda, mientras Isabel Díaz Ayuso se reivindica como la gran defensora de la autonomía fiscal de Madrid.
Con amigos así, Ángel Gabilondo no necesita enemigos. El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid ha quedado emparedado entre la espada y la pared después del pacto suscrito entre Pedro Sánchez y ERC.
El líder de la oposición madrileña lleva dos días sudando la gota gorda ante la prensa, incapaz de explicar la postura del PSOE de Madrid ante esa especie de 155 fiscal que el presidente del Gobierno quiere aplicarle.
Gabilondo estuvo este jueves en la presentación del libro sobre Alfredo Pérez Rubalcaba escrito por el periodista Antonio Caño y se limitó a decir que el llorado ministro del Interior fue "ejemplo de compromiso socialista".
Y un día antes, cuando fue interpelado, rehuyó entrar en el fondo de la invasión de competencias y se quedó en un: "Pido que en Madrid se haga un pacto fiscal para favorecer los recursos e ingresos necesarios y que nadie quede al margen de que sus necesidades queden satisfechas".
No hay duda de que el pacto entre Sánchez y Gabriel Rufián ha colocado a los socialistas madrileños en una posición muy incómoda, mientras Isabel Díaz Ayuso se reivindica como la gran defensora de la autonomía fiscal de Madrid y del derecho de los madrileños a seguir pagando unos impuestos lo más bajo posibles.
Para Gabilondo supone tocar fondo, después de llevar meses presionado por Más Madrid, Podemos y hasta algunos de las propias filas socialistas para presentar una moción de censuras que Inés Arrimadas y la tozudez de los datos de Madrid, cada vez mejores, dejaron en agua de borrajas.
En pleno intento del portavoz socialista por recuperar resuello político, ahora Sánchez le echa una mano al cuello. Mientras sigue el runrún sobre su posible salida de la política para ser Defensor del Pueblo.