Nicolás Redondo se encara con Iglesias y recuerda cuando frecuentaba "herrikos"
El exlíder del PSOE vasco en los "años de plomo" del terrorismo ha querido salir a la palestra horas después de los elogios del vicepresidente a Bildu. Para desenmascarar a ambos.
El exlíder del PSE, Nicolás Redondo Terreros.
Apenas cuatro horas ha tardado Nicolás Redondo Terreros en desenmascarar a Pablo Iglesias. En Al Rojo Vivo, el vicepresidente ha calificado de "éxito de la democracia" el pacto de Bildu con Pedro Sánchez. Y el exsecretario general de los socialistas vascos le ha dado un baño de realidad.
Redondo Terreros ha asegurado que el "éxito de la democracia fue derrotar a ETA" y en un comunicado ha criticado que en el triunfo de vencer al grupo terrorista no estuvo Iglesias. "Él estaba en las Herriko-tabernas alabando a la banda terrorista y a sus cómplices", ha recordado, para después recordar que el líder de Podemos defendió la oposición de la banda a la Transición "cuando su único legado era los asesinatos, los secuestros y las extorsiones".
En esta línea, ha advertido de que se trata de un "grave peligro" que forme parte del Gobierno y ha pedido que sus declaraciones no confundan a la ciudadanía, que podría creer que su presencia en el Ejecutivo también es un éxito de la democracia, ha ironizado. "Solo podremos hablar de éxito si vuelve a la oposición sin que sus fantasías revolucionas se hayan cumplido", ha añadido el también presidente de la plataforma La España que Reúne.
A su vez, ha señalado que la dependencia del Gobierno hacia Bildu es una muestra de "fracaso de la capacidad de acuerdo y negociación". Eso sí, ha apuntado que no habla de su ilegalización ya que "su legitimidad legal es símbolo de la derrota de ETA", aunque la necesidad de ellos para gobernar, a su juicio, es un fracaso político. También lo es moral porque "el Gobierno se apoya en un partido que sigue reivindicando la historia de "sangre y fuego" de ETA".
En esta clave, ha señalado que, en ocasiones, el éxito es decir que no y ha insistido en que no niegan su derecho a intervenir en la política española. Para Redondo, el también ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030 "no tiene catadura moral para decir qué es un éxito o un fracaso para la democracia española" y ha argumentado que este "prefiere la democracia venezolana de Maduro" porque "la democracia social-liberal necesita un mínimo de concordia y él es un predicador de odios y divisiones".
