El agujero que esconde Sánchez en los Presupuestos y pone a España en quiebra
El Gobierno impulsa unas cuentas públicas con un gasto desmedido a sabiendas del desastre de ingresos que va a a cerrar un año trágico imposible de compensar en 2021.
Los primeros Presupuestos de la "era Sánchez" ya son una realidad, a falta del trámite de que los confirme el Senado y los devuelva al Congreso para su aprobación definitiva, tras el visto bueno de la Cámara Baja este jueves que consagra, además, una sólida alianza del PSOE y Podemos con ERC y Bildu.
Más allá de lo estrictamente político, las cuentas que alargan la legislatura hasta 2023 salvo sorpresa mayor, contienen un cúmulo de inexactitudes, lagunas, ficciones y errores de bulto que, en síntesis, presagian un futuro económico inmediato para España, que en términos empresariales sería el equivalente a una quiebra.
Y es que, según ha constatado ESdiario en la documentación oficial de distintas instituciones públicas, el agujero financiero que provocarán las cuentas públicas no tendrá precedente. Y ello es debido a que aprueban un gasto sin precedentes de 239.000 millones de euros a pesar de que la liquidación de ingresos de todo 2020, según confirman fuentes oficiales, apenas pasará por poco de los 164.000 millones de euros.
Es decir, consolidan un gasto de 75.000 millones de euros más de lo recaudado en 2020, una cifra insalvable ni en el mejor de los escenarios de recuperación en 2021, que es el del propio Gobierno: presagia un crecimiento cercano al 10%, insuficiente para tapar ese boquete. Pero además falso por exagerado, según las previsiones del Banco de España, de la OCDE o del FMI.
Ninguna de esas instituciones pronostica un crecimiento mayor de entre el 4% y el 5% el próximo año e incluso al siguiente, lo que ahonda el desajuste entre lo que Sánchez va a gastar y lo que en realidad va a ingresar. Con agravantes ya de base como una deuda pública desmedida, superior ya al 114% del PIB, y un déficit real al cierre de ejercicio que puede incluso alcanzar los 160.000 millones.
Sánchez ha decidido gastar 239.000 millones a sabiendas de que en 2020 no va a ingresar más de 164.000 millones
El gran problema de las cuentas públicas, del que es plenamente consciente el Ministerio de Economía, es el brutal desajuste entre gasto y recaudación, desplomada hasta en un 30% entre marzo y junio y con una caída mínima del 10% de media en todo 2020.
Los ingresos habituales del Estado rondan los 200.000 millones de euros en años sin crisis, de los cuales un 12% proceden del Impuesto de Sociedades (unos 23.000 millones) y un 40% de la Declaración de la Renta (algo más de 80.000 millones). Incluso en un ejercicio bueno, pasar de unos ingresos de 212.000 millones ya es una tarea casi imposible. En uno malo, la grieta se agranda hasta llegar al cataclismo.
Fuentes cercanas al propio Gobierno alegan a este periódico que el dinero de Europa, la paulatina recuperación y las subidas de impuestos previstas permiten aspirar a cuadrar el actual círculo endiablado de las cuentas españolas, pero se antoja difícil: incluso con un panorama razonable, los Presupuestos de Sánchez gastan 27.000 millones más de lo que ingresa.