Una provocación de Rufián aceleró la "guerra de los manifiestos" en el Ejército

"Se considera necesario que el Ejército español, responsable en buena parte de los asesinatos de republicanos que están todavía hoy abandonados en cunetas, debe implicarse en la recuperación de estos cuerpos. En tal sentido, se plantea que se financien los planes autonómicos de dichas exhumaciones".

Este texto literal de la enmienda número 25 de Esquerra a la sección de los PGE para el Ministerio de Defensa corrió esta pasada semana como la pólvora en chats, conversaciones telefónicas y foros de cientos de militares retirados, un colectivo ya altamente sensible desde hace meses por la virulenta campaña de los socios de Pedro Sánchez contra la Corona y a los que el pacto presupuestario con Bildu ha dado la puntilla.

"Una cosa es respetar la lealtad constitucional y el escrupuloso respeto a la acción del Gobierno, faltaría más, y otra permanecer impasible cuando alguien llama en sede parlamentaria a las Fuerzas Armadas de España, asesinas. Hasta ahí podíamos llegar", afirma un exgeneral del Ejército de Tierra en la reserva a ESdiario tras la polémica de los chats y la misiva al Rey Felipe VI.

Por que en el colectivo que este militar dice representar, generales de división y brigada que llevan en muchos casos más de una década fuera de las FAS, hay una notable pasión por la Historia de España y una enorme sensibilidad por el "drama nacional" que la Guerra Civil supuso.

Y en la airada y censurable, según varios altos oficiales consultados por este periódico, reacción de algunos extremistas, como el general del Aire Francisco Beca, hay una indignación cada día más creciente en un sector del Ejército por la declarada intención de una parte del Gobierno y de todos sus socios de "reescribir" la historia y, sobre todo, la Transición.

"Si primero se presenta al Rey Juan Carlos como un corrupto y un prófugo y después al Ejército como una panda de asesinos, ¿Qué será lo siguiente?", se pregunta este general haciendo suya la reflexión que circula entre muchos antiguos mandos.

Entre muchos de estos, la carta de los miembros de la promoción XIX del Ejército del Aire es un "despropósito". Pero se recuerda a continuación, y ante algunos órdagos lanzados desde Podemos, Bildu o ERC, el papel que la propia Constitución reserva a las Fuerzas Armadas en tiempos de paz.

Y que pone negro sobre blanco su artículo 8.1: "Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional".