Sánchez, sin coartada: Otegi vuelve al banquillo por querer reconstruir Batasuna

El Tribunal Supremo ha sido tajante y ha acordado por unanimidad que Arnaldo Otegi tendrá que volver a la Audiencia Nacional para que sus presuntos delitos cometidos en el marco del 'caso Bateragune' queden sin ser juzgados, echando por tierra el discurso de Pedro Sánchez que ha visto en Bildu un apoyo fiable para seguir con su Gobierno.

Así, el pleno jurisdiccional de la Sala Penal del Alto Tribunal da cumplimiento a la sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que consideró vulnerado el derecho a un juez imparcial del líder de Bildu y de los restantes condenados por el intento de reconstruir la ilegalizada Batasuna.

La decisión se ha adoptado por el Pleno de la Sala, compuesto por 16 magistrados, en cumplimiento del art. 4.2 del protocolo 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que excluye la prohibición de doble enjuiciamiento en supuestos como el que ahora se resuelve. Dicha decisión se fundamenta también en los precedentes de la propia jurisprudencia de la Sala.

Este asunto, que en principio iba a discutirse mañana 15 de diciembre por una sala de cinco magistrados, se ha llevado a un Pleno virtual este lunes, en el que la decisión de repetir el juicio contra el histórico líder de la izquierda abertzale se ha adoptado de forma unánime, han señalado a Europa Press fuentes del alto tribunal.

La sentencia -de la que es ponente el magistrado Miguel Colmenero- es coincidente con el criterio de la Fiscalía del Tribunal Supremo que interesó la celebración de un nuevo juicio para evitar que los hechos quedaran "imprejuzgados". De hecho, la Fiscalía ya se posicionó el pasado mes de noviembre, cuando en su informe indicó que, a su juicio, debían retrotraerse las actuaciones al momento de constituirse la Sala que juzgó el caso, lo que equivaldría a repetir el juicio.

Acusados de pertenencia a organización terrorista

De esta manera, y tras la decisión del Supremo, la Audiencia Nacional deberá juzgar de nuevo a Otegi, Rafael Diez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez Torres, Sonia Jacinto García y Miren Zabaleta Tellerí por un delito de pertenencia a organización terrorista por el intento de reconstrucción de la dirección ilegalizada de Batasuna.

Fue en 2012 cuando el Supremo anuló la sentencia a Otegi y los demás líderes abertzales, siguiendo el criterio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que determinó que la Audiencia Nacional vulneró el artículo 6.1 del Convenio Europeo, ya que entendía el "temor legítimo" de los acusados a una falta de imparcialidad del tribunal.

Estrasburgo no vio "ninguna evidencia" que llevara a pensar que en el tribunal había "animadversión personal" hacia los acusados, pero sí que las "dudas" de éstos estaban "justificadas" por la inclusión de la magistrada Ángela Murillo, quien, en marzo de 2010, ya había sido apartada por supuesta falta de imparcialidad en un juicio anterior por enaltecimiento del terrorismo en el que estaba acusado también Otegi.

Por todo ello, ahora el Supremo considera que los actos de Otegi deben ser juzgados de nuevo en la Audiencia Nacional, siguiendo las órdenes de Estrasburgo, pero evitando que los presuntos delitos cometidos queden sin una sentencia firme.

Una decisión que ya ha sido criticada por algunos de los socios de Sánchez, quien ya ha colocado a Otegi como socio preferente tras su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Es el caso del protavoz de ERC, Gabriel Rufián que ha asegurado que hay "togas y sables susurrándose en los reservados de restaurantes de la Corte. El golpismo que no muere".