Podemos cruza apuestas sobre lo que les durará Calviño en el Gobierno
La subida del SMI y el decreto antidesahucios son las dos últimas batallas que libran los morados con la vicepresidenta económica, harta de filtraciones. Y lo peor está por llegar.
La subida del salario mínimo interprofesional que Pablo Iglesias pretende aprobar contra viento y marea ha puesto los pelos de punta a la vicepresidenta económica.
Nadia Calviño ha dejado claro que por ahí no pasa, que es una temeridad poner semejante palo en la rueda de los pymes y autónomos precisamente cuando lo que toca desde el Gobierno es ayudarles a la "contención" de los costes ante la caída de los ingresos.
Pero el vicepresidente segundo no da ni ésa ni ninguna batalla por perdida, convencido de que Calviño acabará cayendo. O bajándose del tren en marcha, como hizo Pedro Solbes cuando en abril de 2009 tiró la toalla harto de que José Luis Rodríguez Zapatero no quisiera ver la crisis que tenía encima.
En Unidas Podemos se cruzan apuestas sobre lo que durará la vicepresidenta de Asuntos Económicos, que día sí, día también libra una guerra constante con el sector morado del Gobierno. Ahora toca la batalla del SMI, la de la prohibición de los desahucios y la del plan de rescate a la hostelería que cayó en un agujero negro en el Ejecutivo y de ahí no ha salido.
Más adelante serán la de la subida de impuestos, la reforma laboral (hubo un primer episodio en mayo cuando el PSOE y Unidas Podemos pactaron con Bildu su derogación íntegra fake), la vida después de los ERTE y, sobre todo, la madre de todas las batallas: el reparto de fondos de la UE, toda vez que en un giro de guión inesperado Iglesias logró entrar en la Comisión Ministerial para la Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Aunque Iglesias y Calviño apenas cruzan palabra, los morados hablan mucho de la vicepresidenta tercera...
Ambos vicepresidentes apenas cruzan palabra, aunque los morados hablan mucho de Calviño. Que no es lo mismo que con Calviño. Lo último que han hecho circular por los mentideros políticos y mediáticos es que la vicepresidenta económica está entorpeciendo el decreto contra los desahucios porque quiere que el Gobierno compense a los dueños con dinero público. Incluidos los bancos y los llamados fondos buitre.
En público, Calviño rebaja las tensiones con Unidas Podemos a mero "ruido" de los medios de comunicación y dice que ella procura "abstraerse" de todo eso; pero en privado el equipo de la vicepresidenta se dice cansado de los "jueguecitos" de Iglesias. De hecho atribuyen las constantes filtraciones sobre sus amagos de dimisión a los morados.
Lo que sí está claro es que a la vicepresidenta segunda le gustaría contar más a menudo con un respaldo de Pedro Sánchez, que este lunes volvió a hacer un guiño a su socio de Gobierno frente a Nadia Calviño.
Durante su discurso en el 60 aniversario de la OCDE, el presidente del Ejecutivo sostuvo que la subida del SMI es una de las medidas que puede tomar un gobierno para reducir las desigualdades que ha acrecentado la pandemia en todo el mundo.