Las sospechas del juez acorralan a Podemos por su relación con Neurona
Juan José Escalonilla tiene muchas dudas acerca de si realmente la cúpula morada no sabía nada acerca de la consultora y cree que las cuentas no terminan de ser claras.
El juez no termina de creerse la versión oficial lanzada desde Podemos de que no conocían la existencia de la empresa 'fantasma' mexicana, Creative Advice, ni tampoco confía en la contabilidad de la consultora Neurona, contratada por la formación morada para la campaña electoral y que está en el ojo del huracán tras el informe del Tribunal de Cuentas y la posterior investigación judicial por parte del juez Juan José Escalonilla.
"En el extracto de la cuenta de Neurona Comunidad SL lo que se puede ver, más allá de pagos efectuados a una sociedad mercantil ubicada, parece ser que en México, Creative Advice, es que el resto de gastos no son propios de ningún tipo de actividad mercantil, quitando el cobro por parte del administrador único de unos honorarios de 1.200 y pico de euros mensuales".
Esta fue la opinión del magistrado al respecto de la consultora que ha llevado a Podemos ante los tribunales. Lo dijo durate el interrogatorio al responsable de comunicación de la formación, Juanma del Olmo, el pasado 20 de noviembre, según ha desvelado este lunes La Razón, que ha publicado también parte de su contenido.
Entre ellos el instructor destacó que el Tribunal de Cuentas había considerado que Neurona Comunidad no podía haber desarrollado los trabajos electorales para Podemos porque "no tenía ningún trabajador", solamente contaba con un administrador único que a su juicio realizaba meras labores de gestión.
Además, tampoco existen gastos que justifiquen una actividad empresarial, sino que "quitando los abonos a Creative Advice el resto son pagos a hoteles, en cajeros, pagos en taxis, comida, tanto en España como en Bolivia, en Brasil y en México".
De hecho, el juez insistió a Del Olmo, acerca de su conocía la existencia de la creación de la sociedad 'fantasma', algo que el responsable morado ha negado rotundamente. "Desconocía si se iba a contratar una sociedad mexicana o española. Lo que conozco es lo que he leído después por la prensa", ha asegurado.
Además, añade que "César Hernández, como buen comercial, se viene a España, y nos dice que tiene interés en trabajar con nosotros en campaña y entonces empezamos el contacto". Fue entonces, según Del Olmo, cuando empieza su relación con la empresa, de la que dice no saber cómo "está articulada jurídicamente. Desconozco todo ese tipo de cuestiones".
Así, tal y como ya relató ESdiario, Del Olmo explicó al magistrado que su vinculación con la consultora se limitó a tomar un café con el responsable de la empresa en 2018, César Hernández, y que le pareció "muy bueno" en su campo. Motivo por el que continuó fraguando una relación que consolidó un año más tarde cuando ante la cita electoral múltiple de elecciones europeas, nacionales, autonómicas y locales, decidió encargarles soporte para reforzar al equipo de campaña de Podemos.
El empresario mexicano le mostró en aquel café "los trabajos que hacía en otras partes del mundo, como por ejemplo en la campaña de Colombia y en México. Me mandaba comentarios sobre cosas que hacíamos en Podemos y me proponía cosas", destaca Del Olmo en su interrogatorio.
425.037 euros han sido considerados ya irregulares por el Tribunal de Cuentas
Por ello, decidieron iniciar una relación comercial, a pesar de tener contratados a trabajadores en Podemos que podían hacer esas labores, porque fueron "muy innovadores" en la cobertura de actos. Y eso, según declaró, "consumió muchos recursos. Nosotros hicimos un diseño circular y la gente rodeaba a los candidatos y lo que hicimos fue cubrirlo a cuatro cámaras y la mayor parte de ellas eran del equipo propio de Podemos, y no sé si ellos aportaron algo, lo desconozco".
De hecho, insiste en su declaración en que durante una campaña electoral "un montón de trabajos se solapan". Y por este motivo, dijo, se necesitan "equipos dedicados a cada una de las cosas". Además, no querían "desatender la cobertura de los candidatos, que hacían actos físicos, y las intervenciones en televisión".
De esta manera, tanto el juez Escalonilla como los fiscales encargados del caso sospechan que los contratos suscritos entre Podemos y Neurona pudieron ser una excusa para desviar subvenciones a fines diferentes de la financiación de la campaña electoral para la que fueron concedidas. Esto es, los de Podemos habrían efectuado una serie de transferencias de dinero que "no tuvieron como finalidad el pago de servicio alguno".
Por su parte, y al margen de la investigación judicial, lo que se desprende del informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas, según publicó ESdiario es que, las cantidades que no se sabe en qué se gastaron o se invirtieron en capítulos indebidos, por parte de Podemos, con la excusa de las Elecciones Generales, alcanzan los 425.037 euros, considerados ya irregulares por el tribunal: 133.100 euros por tener una justificación insuficiente, otros 290.727 euros de gastos que no eran realmente electorales, y 1.210 euros por ser gastos prohibidos directamente por la ley.