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Podemos se enfrenta al primer juicio penal contra uno de sus diputados estrella

El Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado el suplicatorio solicitado por el Supremo para juzgar al secretario de organización de Podemos por atentado contra la autoridad y lesiones.

Alberto Rodríguez

Publicado por
A. Jiménez

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El aforamiento del secretario de Organización de Podemos, Alberto Rodríguez, ya no es obstáculo para que se siente ante el Supremo. El PSOE no ha querido auxiliar al número dos de Pablo Iglesias y le ha colocado en el banquillo, donde el juez ya le espera, tras pedir al Congreso de los Diputados que revocara los privilegios de los que goza por ser parlamentario. La decisión ha sido casi unánime, puesto que únicamente se ha registrado una abstención.

El suplicatorio, solicitado por el magistrado Antonio del Moral, era necesario para continuar con la tramitación del procedimiento penal abierto contra Rodríguez en septiembre por un presunto delito de atentado contra la autoridad y una falta, o delito leve, de lesiones, al considerar que existen indicios de que propinó una patada a un policía durante los incidentes que se produjeron el 25 de enero de 2014 durante una manifestación contra la LOMCE en La Laguna (Santa Cruz de Tenerife).

El diputado de Podemos, que se negó a prestar declaración voluntaria como investigado en el Supremo y solicitó el archivo de la causa, renunció a presentar alegaciones en el Congreso durante la tramitación de suplicatorio, lo que ha facilitado que todo el procedimiento vaya a resolver en menos de tres semanas.

Los trámites para la aprobación de un suplicatorio están regulados en los artículos 13 y 14 del Reglamento del Congreso, que establecen una serie de plazos que se contabilizan en días hábiles y que comienzan a contar cuando llega a la Cámara el suplicatorio enviado por el presidente del Supremo, actualmente Carlos Lesmes. En total, son 60 días hábiles, que tampoco en este caso se han agotado.

En concreto, la Mesa del Congreso lo calificó el 30 de diciembre, la Comisión del Estatuto del Diputado lo tramitó tres días después y, al renunciar Rodríguez a presentar alegaciones, aprobó un dictamen favorable a su concesión el 10 de diciembre. Todos estos pasos se han adoptado por unanimidad, es decir, ni Unidas Podemos ni sus socios socialistas han puesto ningún obstáculo para que el suplicatorio siguiera su camino con total normalidad.

Así, este mismo jueves, el Pleno ha concedido el suplicatorio para que Rodríguez pueda ser juzgado por el Supremo, sin que los partidos del Gobierno hayan puesto mayores obstáculos, tal y como habían anunciado.

Más de una treintena de suplicatorios aprobados

Hasta ahora el Congreso ha aprobado 32 suplicatorios y ha rechazado 14 (dos de ellos sobre el mismo diputado). La última negativa data de 1988 y se refiere a un contencioso por derecho al honor que tenía como protagonistas al exministro socialista José Barrionuevo y al hermano de un etarra (el ahora arrepentido Soares Gamboa) por incluir sus fotos en carteles de Interior.

El último suplicatorio concedido, el pasado mes de junio, fue el de la portavoz de Junts en el Congreso, Laura Borràs, investigada en una causa por presuntos delitos de prevaricación, fraude a la Administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental en su etapa de directora de la Instituciò de les Lletres Catalanes (ILC).