Cristina Fallarás airea haber sufrido torturas y amenazas de muerte a sus hijos
La escritora y tertuliana de televisión revela los hechos que asegura haber padecido en una entrevista con Pepa Bueno en la Cadena Ser.
Cristina Fallarás, colaboradora habitual de Todo es Mentira en Cuatro y en Telemadrid, denuncia haber sufrido "tortura" y "amenazas de muerte" a sus propios hijos. Lo hizo, sin precisar las fechas exactas pero en referencia a su trayectoria, en una entrevista con Pepa Bueno en Hora 25, en la Cadena Ser.
La también escritora y periodista, que hace dos años fue designada por Podemos como una de sus representantes en el frustrado nuevo Consejo de Administración de RTVE, narró su experiencia en los micrófonos de la radio de Prisa, con un testimonio
"Yo he sufrido empujones, escupitajos, persecuciones, insultos y gritos constantemente... me han marcado mi casa con una cruz, abajo y arriba de mi domicilio", comenzó su denuncia ante una impactada Bueno. Y siguió, con unas palabras aún más duras.
"Pero no solo eso. Han amenazado de muerte a mis hijos", llegó a decir, si bien no aclaró cuándo ni en qué circunstancias. "No soy yo sola, puedo decir los casos de cientos de mujeres. Periodistas, escritoras, actrices... ", denunció.
La explicación de Fallarás a ese supuesto fenómeno es que, al saltar las mujeres al ámbito público, a su juicio "propiedad de los hombres", se produce una respuesta que no ocurriría de centrarse ellas en el espacio privado "que es donde debemos estar, porque es donde se gesta, se pare y se cría".
"A las mujeres que denunciamos el machismo y a las feministas en general, está siendo insoportable", lamentó, antes de lanzar otra denuncia: "Cuando eso sucede habitualmente, es castigo. Y si es castigo, es tortura. No es una cosa que sucede una vez. Es vivir cada día, cada hora y cada minuto con acoso".
Lucía Etxebarría e Irene Montero
Sus palabras coinciden con una disputa entre la escritora Lucía Etxebarría y la ministra de Igualdad, Irene Montero, después de que ésta participara en la concesión del "premio" Ladrillo Rosa a la autora, concedido en negativo por asociaciones feministas partidarias de que cualquiera pueda ser mujer con tal de comunicarlo en el registro civil, algo que repudia el feminismo clásico.