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Marlaska ningunea la crisis abierta con Marruecos por Ceuta y Melilla

El ministro del Interior considera que la relación con el país vecino es "extraordinaria" a pesar de la reivindicación de Ceuta y Melilla por parte del primer ministro marroquí.

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska

Publicado por
A. Jiménez

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Las relaciones entre España y Marruecos siguen tensándose después de que el primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, señalase que "llegará el día" en el que se reabra el asunto de Ceuta y Melilla, "territorios marroquíes como el Sáhara". Sin embrago, el Gobierno prefiere ningunear e ignorar una crisis abierta con el país vecino, tanto es así, que el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska considera que la relación es "extraordinaria".

De hecho, según ha indicado en una entrevista en la Cadena Ser, Marlaska cree que "no hay ningún tipo de cuestión o problema planteado" entre ambos países, asegurando que las palabras del primer ministro "para nada" alteran las relaciones con el país vecino.

Sin embargo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, sí que llamó a capítulo a la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, para pedirle aclaraciones que es la "fórmula diplomática" que se usa para expresar una protesta, pero la reunión se saldó únicamente con una exigencia de respeto por parte de las autoridades españolas, que no ha servido para que los marroquíes se retracten.

"Su postura tradicional no ha cambiado como tampoco ha cambiado la nuestra: Ceuta y Melilla son españolas", aseguró la ministra española, mientras que Marruecos no reconoce la soberanía española sobre las dos ciudades y las considera "ocupadas".

Sin embargo, más tajante fue la vicepresidenta, Carmen Calvo. "Ceuta y Melilla son españolas" sostuvo este martes en la rueda de prensa tras la celebración del Consejo de Ministros. Sin embargo, no dio respuesta a si estas declaraciones preocupan al Ejecutivo, pero sí reiteró que "no hay tema" y que esto "lo conoce muy bien el gobierno marroquí". "Esto no lo discute el Gobierno de España ni lo discutimos en este país", zanjó la número dos de Sánchez.

Todo ello, en un caldo de cultivo en el que las relaciones diplomáticas están cada vez más tensas y sobre todo después de que Pablo Iglesias alentara la celebración de un referendum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

Donald Trump reconoció al Sáhara Occidental como territorio marroquí

Días después, el país vecino se anotó una victoria diplomática con el apoyo de Donald Trump, que firmó el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio, en contra de las resoluciones de la ONU, pero que supone un espaldarazo importante para Marruecos, ya que se trasmite el mensaje de que el Sáhara es suyo de pleno derecho.

Además, esta declaración coincidió con la suspensión a última hora de una reunión de alto nivel hispano-marroquí que se iba a celebrar el pasado 17 de diciembre y que se ha pospuesto a febrero con la excusa de la pandemia, aunque luego la vicepresidenta Carmen Calvo lo achacó a problemas de agenda.

Sea como fuere, todo apunta a que las relaciones entre ambos países están más tensas que nunca, sobre todo después de que Sánchez acabase con la tradición de hacer su primer viaje oficial a Marruecos, y a partir de ahí todo ha ido a peor, aunque el Gobierno intente ningunearlo en público.