Un amigo del Rey Juan Carlos revela cómo está de ánimo en su retiro en Emiratos
El presidente del Teatro Real, buen amigo del Emérito, defiende la Monarquía y explica sutilmente cómo vive el Monarca en el "exilio" los peores momentos de su vida.
Es una regla no escrita que todos los amigos de don Juan Carlos cumplen a rajatabla: nadie habla de él revelando datos o conversaciones personales que den rango oficial a lo que cuentan. Todo se hace con conjeturas, indirectas y suposiciones que, en realidad, reflejan probablemente información muy directa y cierta sobre lo que piensa el Rey Emérito.
Así se ha sabido que nunca quiso irse de España cuando, en agosto, Pedro Sánchez se lo pidió a Felipe VI y éste a su vez se lo reclamó a su propio padre. Y también se ha conocido que, casi desde el primer momento, quiso volverse: en septiembre primero, después en las vísperas de la Fiesta Nacional del 12-O y, por último, para esta Navidad.
Todas esas intentonas han quedado abortadas en el último momento, pese a que sigue sin confirmarse una acusación concreta contra el antiguo Rey y todas las fuentes jurídicas indican que el Tribunal Supremo dará carpetazo en breve a la investigación sobre supuestas comisiones ilegales por el AVE a la Meca.
En ese contexto, saber cómo está don Juan Carlos requiere mucha habilidad para leer entre líneas los pocos testimonios que llegan desde su entorno, ahora mismo compuesto por unos pocos fieles, básicamente empresarios, y por los contactos oficiales entre su equipo y el de la Zarzuela.
De esto último, apenas nada puede decirse salvo que esa comunicación existe, aunque es muy ocasional. Se demostró cuando, tras conocerse que declinaba volver a España en Pascuas, se esparció el bulo de que estaba ingresado por coronavirus: el desmentido oficial de la Casa Real demostró, de paso, que hay algún contacto entre padre e hijo, aunque no sea directo.
Nadie que mantenga contacto con don Juan Carlos habla de él de manera directa, pero es ahí donde se puede saber cómo está realmente
Para saber algo más, hay que remitirse a los dos únicos amigos que en distintos momentos y con las cautelas máximas, se han referido al Monarca en público en los dos últimos meses. Por el periodista Carlos Herrera se supo de sus deseos de volver y de su buen estado de forma: había perdido cuatro kilos, hace ejercicio a diario y su pierna, objeto de tantos quebrantos médicos, estaba mejor.
Y por otro personaje cercano, se puede intuir cómo está en estos momentos, en plena Navidad, tras escuchar el mensaje de Nochebuena de Felipe VI, en el que no hizo sangre pero tampoco esquivó las razones del oprobio público que, más allá de cuestiones judiciales, sufre la imagen de su padre.
Se trata de Gregorio Marañón, empresario y presidente del patronato del Teatro Real, un lugar adorado por la Reina Sofía al que don Juan Carlos, más taurino y futbolero, acudía sin embargo a menudo. Sus palabras en La Sexta Noche, muy medidas, permiten intuir que el Emérito ha cambiado de ánimo y que ahora, simplemente, está de bajón.
"Pasando regular"
"Me imagino que lo estará pasando regular en unas tierras tan lejanas y tan extrañas y poco propias", dijo el nieto del célebre médico, historiador e intelectual clave en la España de la Segunda República.
Insistió en que no había tenido contacto con él, siguiendo el protocolo de todas las personalidades que, en realidad, sí mantienen un hilo de comunicación con el Emérito. Al que oficialmente nadie ve, llama o mucho menos visita, aunque defiende con frases como la de Marañón: "Es una figura capital en la reconciliación de los españoles".
Hasta el punto de que el único contacto conocido hasta ahora fue el que mantuvo con la Infanta Elena, en un viaje relámpago del que hubo constancia por una foto robada en el aeropuerto. Y nadie más, aunque fuentes cercanas a la Casa Real afirman a ESdiario que, tal vez, don Juan Carlos sí ha podido verse brevemente con algunos empresarios amigos preocupados por su situación en los Emiratos.