Sánchez somete al PSC y se prepara para dar un nuevo impulso a su Gobierno
El presidente y su guardia de corps convencieron a Miquel Iceta de retirarse enseñándole encuestas que vaticinan, incluso, la victoria del PSC. La operación es también en clave nacional.
Durante la clausura del XII Congreso del PSC, allá por el verano de 2008, el entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, le dijo envalentonado a José Luis Rodríguez Zapatero desde el estrado: "Quien bien te quiere, te hará sufrir".
La escena resume lo que fueron durante años las relaciones entre el PSOE y el PSC, un partido muy suyo que llegó a tener grupo propio en el Congreso durante dos legislaturas (la constituyente y la primera) y que tradicionalmente ha supuesto un verso suelto en el conglomerado socialista.
Hasta ahora. Pedro Sánchez fagocitó hace tiempo al PSOE y ahora lo ha hecho con el PSC, al imponer el candidato que él quería desde hace meses, como adelantó Antonio Martín Beaumont en ESdiario el pasado mes de junio, cuando la operación Illa empezaba a despuntar en el horizonte monclovita.
En realidad, Sánchez ya había intentado deshacerse de Miquel Iceta en una ocasión anterior, cuando propuso al líder del PSC como presidente del Senado en mayo de 2019. Pero el independentismo -JxCat, ERC y la CUP- frustró los planes del socialista al oponerse en el Parlament a su designación como senador (condición sine qua non). Esta vez Sánchez no ha errado el tiro.
El discurso de Iceta este miércoles ante su Ejecutiva, insistiendo en que la decisión de dar un paso al lado ha sido enteramente suya y en el "magnífico entendimiento" con Sánchez, sonó tan auténtica como la respuesta que dio el martes Illa en TVE cuando le preguntaron si acaso no sería él el elegido: "El candidato será Miquel Iceta", aseguró sin pestañear apenas 24 horas antes del bombazo.
A Iceta lo bombardearon a encuestas internas hasta convencerlo de que Illa era mejor candidato
A este último le frieron a encuestas internas hasta convencerlo de que con Salvador Illa el PSC tenía no solo mejores perspectivas electorales, sino la posibilidad de ganar las elecciones a la mismísima ERC. Esquerra, por su parte, ha respondido con indisimulado nerviosismo al órdago a grande de Sánchez.
A mayores, los sondeos socialistas venían advirtiendo a Sánchez de que el voto perdido a manos llenas por Ciudadanos no se lo estaba quedando el PSC con Iceta de candidato, sino que se estaba yendo a la abstención. En esa clave están las prisas por colocar a Illa.
La jugada, en cualquier caso, forma parte de un plan mayor para dar un nuevo impulso político al Gobierno de España tras la aprobación de los Presupuestos y la llegada de las primeras vacunas y, de paso, acotar el espacio de Pablo Iglesias.
Así pues, el cambio en el Ministerio de Sanidad no será el único. En los mentideros monclovitas y socialistas se especulaba este miércoles con la posibilidad de que Carolina Darias ocupe esa cartera (viene participando en las reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud) y su sitio en Política Territorial lo ocupe Iceta, igual que hizo en la primera legislatura con la catalana Meritxell Batet.
No obstante, de momento no se sabe cuántos cambios habrá ni cuándo. Lo único que parece previsible es que la remodelación no se posponga demasiado, porque si la marcha del ministro de Sanidad cuando el país está bajo la amenaza de la tercera ola ya está siendo de por sí polémica, el hecho de que compagine ministerio y candidatura lo sería mucho más.