El Ejército vuelve a salvar la cara al Gobierno pese a la hostilidad de Podemos
Cerca de 1.500 efectivos de la UME y del Ejército de Tierra llevan desde el viernes trabajando a destajo en labores de rescate e infraestructuras básicas para que el caos no sea aún mayor.
Como ya lo fue en marzo y abril con la pandemia, la Unidad Militar de Emergencia se ha convertido nuevamente en fundamental para que el centro peninsular -sobre todo- recobre poco a poco la normalidad tras los estragos de Filomena.
El Ministerio de Defensa tiene sobre el terreno a 1.500 efectivos ayudando en las labores, de ellos 600 de la UME y el resto del Ejército de Tierra. Y Margarita Robles señaló este lunes que, si es necesario, "se incrementarán".
Han abierto corredores hasta los 23 hospitales más importantes de la Comunidad de Madrid, han rescatado a personas atrapadas en sus vehículos, han ayudado a limpiar los accesos a Mercamadrid y las pistas del aeropuerto de Barajas, han llevado a los controladores hasta sus puestos de trabajo, han intervenido en Aragón, donde quedaron embolsados más de 1.900 camiones, han transportado a enfermos con tratamientos periódicos (como diálisis) a los hospitales, han estado en Toledo reestableciendo la conexión de AVE con la capital, en Atocha... y ahora se dirigen también al Sur de España para seguir ayudando.
En la M-40.
Se suceden por las zonas afectadas las muestras de reconocimiento al personal militar, y eso que Unidas Podemos trató de racanear recursos al Ministerio de Defensa en los Presupuestos Generales de 2021, aprobados en diciembre.
De hecho el partido de Pablo Iglesias se quejó de que Robles no hubiera contado con ellos para incrementar el presupuesto de su Ministerio un 4,6%, hasta los 9.411,93 millones de euros. Con el visto bueno, por descontado, de la ministra de Hacienda y del propio Pedro Sánchez.
Y ello después de diez años de recortes que, según el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villaroya, habían restado operatividad a las FFAA. "Es de agradecer que se incremente un 4,6%. Ahora bien, la capacidad adquisitiva de las Fuerzas Armadas aún es un 15% menos que en 2008. Esto es mucho más crítico en la parte de sostenimiento e inversiones", alertó el Jemad en noviembre en La Razón.
En Toledo.
El portavoz de Unidas Podemos en la Comisión de Defensa del Congreso, Roberto Uriarte, cuestionó tal cuantía y la falta de "lealtad" de Robles, obviando la participación de las Fuerzas Armadas en la pandemia.
Primero durante la Operación Balmis," el mayor despliegue militar en tiempos de paz", en palabras de la ministra, diseñada para contener el coronavirus entre marzo y junio (fueron 20.002 intervenciones, más de la mitad en desinfecciones en residencias, hospitales e infraestructuras básicas); después con la Operación Baluarte, desplegando 2.372 rastreadores para prestar ayuda a las comunidades autónomas (y realizando más de 734.000 llamadas).
Llovía sobre mojado, puesto que en septiembre el propio vicepresidente de Derechos Sociales hizo una afirmación en TVE que no gustó en Defensa: "Para frenar la pandemia en Madrid faltan más médicos, más rastreadores, más docentes y más transporte público; no policías, militares y medidas que segregan por clases", sostuvo.
Salvo cuando la semana pasada se trataba de arrojarle la UME a la cara de Isabel Díaz Ayuso. En ese caso Iglesias y la portavoz de Podemos en Madrid, Isabel Serra, exigieron a la presidenta de la Comunidad de Madrid que pidiera la intervención militar en la Cañada Real Galiana ante la falta de suministro eléctrico y los problemas derivados en mitad del temporal.
"La ciudadanía confíe en la Unidad Militar de Emergencia y en el Ejército de Tierra", concluyó este lunes Robles.