Calvo quiere jubilarse en el Gobierno y no volver a dar clase en la Universidad
La vicepresidenta tiene claro que su segunda vida política en Madrid (la primera fue con Zapatero) es la definitiva. Ya tuvo que regresar a las aulas de la Facultad de Derecho una vez.
Carmen Calvo este jueves en el Congreso.
Carmen Calvo lo tiene claro: quiere acabar sus días en el Gobierno. O, al menos, no volver a la Universidad de Córdoba, en la que tiene plaza de profesora de Derecho Constitucional.
Allí daba clase cuando Pedro Sánchez la repescó para la política. Primero para la Ejecutiva del PSOE; después como vicepresidenta primera del Gobierno una vez que prosperó la moción de censura del año 2018.
La número dos del Ejecutivo se ha deshecho de lo último que le ataba, o unía al menos, a Córdoba capital: el piso en el vivía cuando trabajaba en la Facultad de Derecho, en la urbanización Acueducto Residencial.
De hecho Calvo acaba de entregar una nueva declaración de bienes al Congreso en la que da cuenta de la operación de venta del piso con plaza de garaje sobre el que pesaba una hipoteca de 180.000 euros iniciales y que compró en 2012. Por aquel entonces acababa de volver a las aulas de la Universidad de Córdoba tras una ausencia de 12 años.
Y retomó la docencia porque, después de que José Luis Rodríguez Zapatero prescindiera de ella como ministra de Cultura, se peleó también con el entonces presidente andaluz, el socialista José Antonio Griñán, a cuenta de la exalcaldesa de IU Rosa Aguilar.
"Di clases 14 años, por lo que me fui a la política después de tener mi trabajo y mi experiencia profesional es bastante larga. No entro tampoco de nueva", declaró entonces, ante el interés suscitado por su vuelta a clase.
La vicepresidente tiene claro que su viaje político a Madrid es de no retorno
Esta vez Calvo tiene claro que su viaje político a Madrid, el segundo de su vida, es de no retorno. Salvo los fines de semanas que se escapa a su Cabra natal. En la capital viven también su única hija y sus nietos. Aunque inicialmente residía en un piso céntrico de su propiedad, a raíz de su ingreso hospitalario por coronavirus en marzo del año pasado trascendió su secreto: a principios de 2020 se había mudado a una vivienda de 220 metros cuadrados propiedad del Estado en la céntrica Plaza de España de Madrid.
Varios medios han intentado saber después cuántos y qué otros ministros están viviendo en pisos del Estado, pero el Gobierno siempre se ha negado a dar la información aduciendo motivos de seguridad. Y el Consejo de Transparencia los ha aceptado.
Calvo es un pilar en el Gobierno de Sánchez, pero también tiene sus enemigos. Su enemistad con el jefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo, es pública y manifiesta, y también ha tenido encontronazos con Irene Montero.
Cuando entre legislatura y legislatura surgieron algunas especulaciones sobre su posible nombramiento como presidenta del Congreso, ella lo atribuyó a una maniobra de Redondo para quitársela de en medio. Cree que siempre hay quienes intentan moverle la silla.