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Los 12 errores capitales de Fernando Simón en 12 meses fatídicos de pandemia

Hace un año por estas fechas, el director del CCAES pronosticó que en España habría "como mucho, algún caso". Cerca de 85.000 muertos después, ojalá aquel hubiera sido su único fallo.

Fernando Simón este jueves, tras la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud.

Publicado por
Ana Martín

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La querella criminal que una asociación de víctimas del coronavirus acaba de presentar contra Salvador Illa y Fernando Simón por varios delitos (entre ellos prevaricación administrativa, contra los derechos de los trabajadores e imprudencia grave con resultado de muerte) es la guinda a un año de pandemia marcado por una gestión errática con errores de bulto. Ya dijo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que la marcha de Illa a Cataluña no implica la suya propia. "He conocido a siete ministros desde que estoy en el Ministerio", sostuvo.

Enero

Este domingo se cumple un año de aquel fatídico 31 de enero en que Simón compareció ante la prensa después de detectarse en España el primer caso de coronavirus, el de un turista alemán de turismo en La Gomera.

Hace un año Simón pronosticó 'algún caso' como mucho

"Parece que la epidemia tiene posibilidades de empezar a remitir. Nosotros creemos que España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado. Esperemos que no haya transmisión local. Si la hay, será transmisión muy limitada y muy controlada. Pero España tiene que trabajar en todos los escenarios posibles", afirmó con solemnidad. Convertido en el doctor muerte para unos, en icono pop para otros y en portavoz de la pandemia para todos, en estos 12 meses Simón ha elevado a otro nivel el refrán quien mucho habla mucho yerra.

Febrero

Del 31 de enero nos trasladamos al 23 de febrero. Tras el fallecimiento de dos personas en Italia y el aislamiento de 50.000 en el norte del país, el responsable del CCAES quiso mandar un mensaje de calma: "En España ni hay virus ni se está transmitiendo la enfermedad", afirmó. Ocurre que, aunque se supo mucho después, a esas alturas el virus ya circulaba por España sin ser detectado.

Marzo

Marzo estuvo marcado por la manifestación multitudinaria del día 8 y por la declaración del estado de alarma, que sumió el país en un estado de shock y confusión. el mismo domingo 8, cuando la Comunidad de Madrid ya había trasladado al Ministerio de Sanidad que el número de contagios se había disparado de forma exponencial, Simón siguió manteniendo que el coronavirus estaba baja control y justificando las manifestaciones del 8-M: "Es una convocatoria para nacionales en la que en principio participan nacionales, pero no quiere decir que no haya extranjeros ni tampoco algunos de alguna zona de riesgo, pero no es una afluencia masiva de personas de zonas de riesgo".

Abril

En abril, ante la incapacidad del Gobierno de surtir a la población de mascarillas (salió a comprar a los mercados internacionales tarde y mal), Simón tapó las vergüenzas del Ejecutivo desaconsejando su uso. "No es necesario que la población utilice mascarillas. El uso de las mascarillas sí que puede ser interesante en los pacientes con sintomatología, y eso las autoridades sanitarias lo indicarán. Pero no tiene ningún sentido que la población ahora mismo esté preocupada por si tiene o no tiene mascarillas en casa. Ninguno", sostuvo el 6 de abril. Cinco semanas después, a mediados de mayo, el Gobierno acabaría haciendo obligatorias las mascarillas en lugares públicos.

Ahora el debate es sobre las mascarillas FFP2, a las que Simón se opone para la población general

Ahora, de hecho, el debate está en si para contener las nuevas variantes hay que generalizar el uso de las FFP2, como están haciendo Alemania, Francia y Austria. De momento Simón tampoco es partidario.

Mayo

En mayo llegó la desescalada y el Instituto de Salud Carlos III cifró en 30.000 personas el exceso de mortalidad de los dos meses previos, poniendo así en tela de juicio las cifras del propio Ministerio, mucho más contenidas. El día 5 Simón dijo algo que dejó al país atónito: "Todos esos incrementos son estadísticos y se tienen que asociar luego a una causa. No podemos decir a qué se deben esos incrementos. No sabemos si se deben a un accidente de tráfico enorme, a infartos, al coronavirus o a cualquier otra enfermedad". Ya para entonces los datos oficiales arrojaban 26.000 muertos.

Julio

El julio el portavoz de Sanidad se tomó unos días de vacaciones y hasta fue fotografiado en las playas de Portugal. A su vuelta tuvo un arranque que enfureció al sector turístico, que tan lo estaba (y lo está) pasando. A propósito de las restricciones que algunos países europeos impusieron a sus ciudadanos para viajar a España explicó: "Es un problema menos, menos riesgo de importación de casos (...). Desde el punto de vista sanitario estas decisiones nos ayudan, y es un riesgo que nos quitan". El sector llegó a pedir, de hecho, su cese.

A todo esto, el director del CCAES ya había protagonizado su primera portada en El País Semanal, luciendo chupa de cuero a lomos de su moto.

Simón, en la portada de El País Semanal.

Agosto

En agosto la polémica fue con la Comunidad de Madrid. El día 5 Simón se mostró públicamente preocupado por la escasa detección de asintomáticos en la región, que cifró en un 15% de los casos detectados, y el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso salió a desmentirle y elevó ese porcentaje al 60%. Le acusó de "deslealtad".

Septiembre

En septiembre Simón se cogió unos días libres para irse de aventuras con Jesús Calleja, al tiempo que España superaba los 30.000 muertos oficiales-que no reales- por coronavirus. Y eligieron Mallorca, cuando por entonces media isla estaba confinada por el aumento de casos. También en septiembre el epidemiólogo protagonizó otra polémica, ésta involuntaria: Zaragoza en Común propuso que el Ayuntamiento de la capital aragonesa lo nombrara hijo predilecto y el PP, Cs y Vox se opusieron y desbarataron la propuesta.

Octubre

El 15 de octubre Simón dijo otra de sus frases lapidarias: "España está, a priori, estabilizándose". "Ahora mismo España está probablemente llegando a ese pico, a esa estabilización y quizás al descenso en la segunda ola". Solo 10 días después el Gobierno decretó un nuevo estado de alarma a nivel nacional para contener la propagación del virus.

Noviembre

El 5 de noviembre el país alcanzó un nuevo récord de fallecidos en la segunda ola. Y el experto del Ministerio de Sanidad optó por rebajar el nivel de alarma y ver el vaso medio lleno: "Probablemente el confinamiento no llegue a ser necesario". El único confinamiento que a día de hoy aún no se ha producido es el domiciliario, porque los perimetrales están por todas partes.

Diciembre

En diciembre el INE arruinó de golpe los intentos de Sanidad por dulcificar las cifras de fallecidos durante todo el año, al elevar a 45.684 el número de muertos por Covid-19 solo entre marzo y mayo. Lo que supone casi 17.000 más de los reconocidos por el Ministerio. Simón negó la mayor y rebajó ese desfase a 3.000. Ahora que acaba enero el director del CCAES acaba de asegurar esta semana que España está en el pico de la tercera ola, aun cuando los contagios están subiendo. Lo suyo se ha convertido en una cuestión de fe más que en ciencia.