El Gobierno y el CNI blindan el escrutinio del 14F por temor a hackers rusos
Las de este domingo serán las primeras elecciones en suelo europeo tras la enganchada entre Madrid y Bruselas con el Gobierno de Putin. Y las alertas se han activado vistos los precedentes.
La casualidad ha querido que las elecciones catalanas del domingo sean los primeros comicios que se celebran en suelo europeo tras el incendio desatado entre la UE y Rusia, después del fiasco de la visita a Moscú del súper ministro europeo de Exteriores, Josep Borrell.Una bronca diplomática que ha traído como consecuencia otra bronca con pocos precedentes entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el régimen de Vladimir Putin, con Pablo Iglesias posicionado además a favor de las tesis del ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, sobre el carácter de presos políticos de Oriol Junqueras y compañía.Y si los responsables de la Inteligencia española ya estaban en máxima alerta ante el 14-F, vistos los antecedentes demostrados de la injerencia rusa durante el procés, la guerra diplomática de estos últimos días ha encendido todas las alarmas. Ya estaba previsto hace meses un dispositivo específico de seguridad, pero tanto Moncloa como el CNI han decidido extremar aún más las precauciones de cara al escrutinio del domingo.
Desde hace varios días está ya en marcha una célula de crisis en el que están concernidos cuatro departamentos de la administración. El departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno, que preside en Moncloa el general Miguel Ángel Ballesteros, el Centro Nacional de Inteligencia, el Centro Criptográfico Nacional del Ministerio de Defensa, y el Cesicat, el Centro de Seguridad para la Información de Cataluña.Cabe recordar que, en octubre pasado, uno de los jueces que investiga en Barcelona el 1-O encontró en las anotaciones de un alto cargo de la Generalitat investigado un supuesto ofrecimiento del Gobierno de Putin a Puigdemont para aportar a la independencia de Cataluña con medios humanos, informáticos y hasta militares.
Las catalanas son las primeras elecciones europeas tras el fiasco de la visita de Borrell a Moscú. En Madrid y en Barcelona, según explican a ESdiario fuentes del Gobierno, ambos gabinetes de crisis tratarán de blindar la jornada electoral de "injerencias externas".Se trata, según recalcan estas fuentes, no solamente de garantizar que el escrutinio transcurra sin incidentes reseñables, sino de proteger los sistemas informáticos de la Generalitat de hackeos o de ataques. En lo que los bots rusos tienen acreditada experiencia, tal como han constatado varios servicios de inteligencia europeos y también Estados Unidos.
En el Gobierno pesan los antecedentes del procés y la relación que la administración de Carles Puigdemont tuvo a lo largo de 2017 con hackers ubicados en Moscú que el CNI sigue vinculando al propio Kremlin. Y en Moncloa preocupa y mucho la enganchada que la ministra González Laya y su homólogo ruso Lavrov mantuvieron justo hace 7 días precisamente sobre Cataluña.También Bruselas vigila atenta, tras la expulsión ordenada por Moscú de varios diplomáticos europeos, y su consiguiente represalia comunitaria. El 14-F puede ser el primer escenario para las siempre oscuras maniobras rusas. Las lecciones recientes justifican la situación de alerta.