Arrimadas descarta marcharse pese a la presión interna tras el desastre
La debacle electoral de Cs que ha perdido 30 escaños este 14F , quedándose con tan solo 6, ha dejado a Arrimadas al borde del precipicio. Su liderazgo está en juego pero descarta dimitir.
Es un gran descalabro. No hay paños calientes que permitan paliar los daños del resultado electoral que ha cosechado este 14F Inés Arrimadas. ha perdido una treintena de escaños, quedándose solo con 6 y ha pasado de ser el partido mayoritario en el Parlamento catalán a ser una fuerza minoritaria, casi residual, ya que ha conseguido adelantarse, con una entrada fulgurante sumando 11 representantes. Este lunes por la tarde, se reunirá la cúpula del partido naranja, pero su líder, de momento, descarta dimitir.De hecho, a pesar de que su liderazgo está más que cuestionado tras eliminar a Lorena Roldán de la pugna electoral en favor de Carlos Carrizosa, Arrimadas sigue buscando culpables en otro lugar, para justificar el desastre. La baja participación, solo el 53,42% de los electores acudieron a las urnas, es el clavo ardiendo al que se agarra la líder naranja para intentar aguantar. "El 50% de nuestro electorado se ha quedado en casa", ha zanjado.
"Sin duda con un 50% de participación, las proyecciones que teníamos eran terribles y al final se han cumplido", ha justificado, alejándose de cualquier tipo de autocrítica, y ha señalado que la pandemia ha tenido un papel fundamental en esta desmovilización.
De hecho, ha argumentado que Ciudadanos no ha organizado "mítines multitudinarios" como ha hecho Vox, y por lo tanto ha "sido responsables", intentando cumplir con la medidas sanitarias, aunque haya tenido un alto precio electoral.
Sin embargo, lo cierto es que el partido naranja se ha desangrado por los cuatro costados. A izquierda y a derecha, con un amplio trasvase de votos hacia el PSC pero también hay quien ha visto en Vox la única forma de frenar al separatismo, bendecido por el propio Sánchez.
Por otra parte, Arrimadas ha pedido no comparar el resultado obtenido en 2017 con el de este domingo, consciente de la debilidad del partido desde los resultados del 10N, que precipitó la salida de Albert Rivera. Así, cree que ese resultado llegó "por unas circunstancias muy especiales", mientras que "hace un año Ciudadanos no estaba en ese porcentaje de voto".
De esta manera, ha insistido en que va "a seguir delante de este proyecto, además creo que con un apoyo del partido", y también ha descartado la posibilidad de que alguno de los actuales dirigentes del partido dimita o sea relevado de su cargo, ya que considera que "si esto solucionara el problema, estaríamos en otro escenario, pero la verdad es que no".
Sin embargo, este lunes la cúpula del partido más crítica con Arrimadas, con barones como el andaluz Juan Marín y el castellano y leonés Francisco Igea al frente, exigirá que 'rueden cabezas'. Ellos quieren la suya, la de la líder, para reformular un partido que ha perdido el feudo donde se fraguó y que poco a poco está quedando en el olvido.