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Iglesias enseña los "dientes" a Sánchez y el presidente intenta apaciguarlo

Ni las guerras abiertas con las leyes trans y de Vivienda; ni el caso Hasel; ni el desplante del vicepresidente al Rey endurecen la postura del PSOE que busca las tablas en la partida.

Pablo Iglesias, este martes en el acto del Congreso por el 23F.

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La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tenía este martes especial interés en dejar un mensaje claro al arranque de su habitual comparecencia tras el Consejo de Ministros: que el de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es un Ejecutivo "estable".

Nadie lo diría repasando las noticias de estas últimas 72 horas con al menos tres frentes abiertos, llenos de palabras gruesas entre los socios: la Ley Trans, degenerada en un enfrentamiento a cara de perro entre la vicepresidenta Carmen Calvo y la número dos de Podemos, Irene Montero; la de Vivienda, con la número tres de la Vicepresidencia segunda, Ione Belarra, pasando facturas en público al ministro y número tres del PSOE, José Luis Ábalos; y el caso Hasel, que ha servido al socio morado para llamar a las barricadas desde el mismo Consejo de Ministros.

Sin embargo, incluido el catálogo de desplantes que los de Pablo Iglesias han dedicado este martes al Rey Felipe VI en el acto del 40 aniversario del 23-F -con la renovada andanada de Iglesias contra Juan Carlos I-, ha provocado el más mínimo reproche de la portavoz oficial de Sánchez, María Jesús Montero.

La ministra de Hacienda ha enfatizado que la alianza está definida por la "estabililidad", más allá de "diferencias puntuales" en "algunos temas"."El Gobierno es estable, firme y plenamente comprometido con el acuerdo de investidura. Estabilidad y firmeza en todos los planteamientos que componían la hoja de ruta", ha asegurado.

Y en vísperas de la posible próxima cumbre entre Sánchez e Iglesias, Montero ha recurrido a la vieja estrategia de culpar al mensajero. "Parece que se pone más el acento en las diferencias o matices que en lo nuclear que vertebra al Gobierno", ha lamentado. Pese a que en estos dos últimos días la batalla la han escenificado en sus propias redes sociales PSOE y Podemos.

"Nos une el proyecto común para que ninguna persona ni empresa se quede atrás. Corren ríos de tinta sobre esta cuestión cuando el trabajo cotidiano, la tarea, es fluida y está permitiendo avanzar en muchos derechos", ha garantizado.

La ministra portavoz, María Jesús Montero, este martes en su comparecencia tras el Consejo de Ministros.

Donde sí se ha mostrado más contundente Montero para marcar distancias con sus socios ha sido en su referencia a los siete días consecutivos de disturbios de los simpatizantes de Pablo Hasel. La portavoz ha querido matizar a Pablo Echenique y ha enfatizado que esta violencia "nada tiene que ver con los jóvenes ni con la libertad de expresión".

"Este Gobierno condena de forma rotunda los actos violentos y las escenas de pillaje y traslada su apoyo a las fuerzas de seguridad", ha recalcado la ministra portavoz frente a la complicidad de Podemos.

Sin embargo, la estrategia de tratar de apagar el incendio en la coalición no parece ser compartida por las dos almas del Gobierno. Justo mientras Montero buscaba la tregua, Pablo Iglesias ha vuelto a las andadas al agitar el supuesto "clamor social" que existe por la "huida" del Rey Juan Carlos I. En ese mismo momento, el todo PSOE elogiaba el papel del Emérito para consolidar la democracia en España.

Poco después, desde el Senado, Sánchez ha seguido en la misma línea que su portavoz. Ha asegurado que está "satisfecho" con el funcionamiento del Gobierno. "Como presidente me manifiesto satisfecho con el funcionamiento del Gobierno de coalición con este año largo que llevamos de legislatura y se lo digo claramente señoría", ha recalcado Sánchez al portavoz del PP en Javier Maroto, durante la sesión de control.

Sánchez ha afirmado que PSOE y Podemos son dos fuerzas "distintas" que provienen además de "culturas diferentes" pero les unen "más cosas" de las que les separa. "Y lo que nos une es la agenda que necesita España para los próximos tres años".