Iceta se toma con calma su nueva vida de ministro: cinco semanas aclimatándose
El titular de Política Territorial ha tenido una agenda mínima en el mes largo que lleva en Madrid. Y el primer asunto de calado que abordará será la transferencia de Prisiones al País Vasco
Ha pasado más de un mes desde que Miquel Iceta acarició por primera vez la cartera ministerial de Política Territorial y Función Pública y hasta ahora se lo está tomando con mucha calma.
Durante sus primeras cinco semanas el ministro catalán y asesor aúlico de Pedro Sánchez no ha tenido agenda propia. Cuentan que le está costando hacerse con las riendas de Política Territorial.
Se ha dedicado únicamente a nombrar a parte de su personal de confianza, responder algunas preguntas en el Congreso y Senado, conceder una entrevista en El País para volver a posicionarse en favor de los indultos a los presos del procés y participar en cinco Consejos de Ministros sin llevar a ninguno de ellos ninguna iniciativa de peso.
Y ha cumplido, eso sí, con las reuniones semanales del Comité de Seguimiento del Coronavirus presididas por Pedro Sánchez y las del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud encabezadas por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, con Iceta sentado a su lado.
Este miércoles tiene su primera reunión de calado político y no podría ser más reveladora. El ministro y todavía líder del PSC mantendrá un encuentro con la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno del País Vasco, Olatz Garamendi, para abordar los traspasos de competencias que quedan pendientes.
El objetivo primordial de Garamendi es dejar atada y bien atada la transferencia de Prisiones, como ya la tiene Cataluña, que la ha empleado para conceder beneficios a los presos del procés.
Durante su toma de posesión Iceta defendió la "diversidad" española y la autonomía local, que según él "debe potenciarse".