Antonio Banderas enfrió la politización de los Goya con este contundente aviso
El director de la Gala elevó el tono desde el principio y evitó escenas como la de 2019, cuando Pedro Almodóvar pidió en los Goya el boicot total a VOX.
Menos política y más humanidad. Sin decirlo así, ésa fue la decisión de Antonio Banderas, director de la Gala de los Goya, presentador de la ceremonia junto a la periodista María Casado y autor de un discurso que dejó callados a todos y seguramente rebajó el tono político de otras ediciones, caracterizado por diatribas contra el Gobierno que, sea por un cambio sincero o porque en esa ocasión gobiernan PSOE y Podemos, en esta ocasión quedaron en segundo plano.
En todo caso, el actor y director malagueño, un hijo pródigo del cine español que ha vuelto a casa con una agenda carga de mitos de Hollywood que se dejaron ver por su gala, elevó el tono habitual y dejó a todos literalmente en silencio con un conmovedor alegato al principio de la ceremonia que seguramente acalló a cualquiera que tuviera luego otros planes.
"Durante estos meses largos de pandemia no he dejado de preguntarme cuál era mi papel, el papel del mundo del cine frente a la cantidad de acontecimientos que se nos venían encima como un tsunami. Somos contadores de historias y eso es lo que haremos", dijo.
"Quizás haciendo ese esfuerzo de entender las cosas terminemos dando sentido a las contradicciones con las que nos hemos visto obligados a vivir. Dejar testimonios de lo vivido puede ser nuestra aportación, no nos eleva a la categoría de esenciales, pero si necesarios, o a la categoría de los que quieren arrimar el hombro".
Y a continuación impulsó el gran momento de la noche, cuando pidió un emocionante minuto de silencio por todas aquellas víctimas del coronavirus: "A los compañeros que participan desde casa y a los espectadores de la gala, técnicos... os pido que os unáis a esta muestra de respeto y que lo hagáis desde este momento".
Una metáfora cinéfila final cerró su alegato, de un tono superior a los habituales en estas galas, centrados a menudo en ataques a la derecha por problemas que, cuando gobierna la izquierda, suelen desaparecer de los discursos.
Ni Almodóvar pestañeó
"Dicen que para vivir la vida hay que mirar hacia adelante, pero para entenderla hay que mirar atrás. En este escenario se levantó el primer cine de Málaga y recibió el nombre de 'Cine Pascualine', fue destruido en dos ocasiones, la primera por una bomba y la segunda por un incendio. Esta pequeña historia encierra una metáfora que nos puede dar una clave para afrontar la vida: caer y levantarse, renacer de las cenizas y continuar hacia adelante".
Ni Pedro Almodóvar, Penélope Cruz, los Bardem o Candela Peña, tan activos en el pasado, se saltaron el guion. Quizá porque ya no gobierna el PP, quizá porque Banderas, con elegancia, elevó el listón e hizo inviable bajarlo de golpe.