Sánchez vuelve a gritar "Viva el 8M" ocultando las 23.000 muertes que provocó

La bronca interna entre el PSOE y por el 8M continúa, quizá desde hace un año, pero se ha agravado por la decisión sanitaria de aplazar las movilizaciones: los de Pablo Iglesias, capitaneados por Irene Montero, han encontrado un argumento para marcar distancias e intentar arrogarse esa causa.

Y los socialistas, preocupados por ello, intentan como pueden combinar las exigencias de salud pública con el mantenimiento de una bandera que no quieren dejar. Y la manera de cuadrar ese círculo la ha procurado encontrar este domingo el propio Pedro Sánchez con un sorprendente mensaje: la culpa, al final, es de la "ultraderecha".

El líder del PSOE, además, ha vuelto a entonar un "Viva el 8M" que ya pronunciara hace casi un año en el Congreso, cuando las sospechas de que su celebración entonces contribuyó, de manera decisiva, a extender el virus, algo que sendos informes de las Universidades de Zaragoza y Rovira i Virgili han confirmado hace escasos días: de haber tomado medidas restrictivas solo una semana antes de aquella fecha, se hubieran salvado 23.000 vidas.

Sobre ello, ni el PSOE ni Sánchez han emitido disculpa o aclaración alguna: todo su afán es no dejarle a sus socios y rivales el liderazgo de una causa que, creen, representa muchos votos: de ahí que el líder socialista haya insistido este domingo en ensalzar la cita y fabular contra sus contrincantes políticos.

Ha sido una decisión de la Justicia siguiendo criterios sanitarios y cuenta con el aval de delegados del Gobierno como el socialista José Manuel Franco en Madrid. Pero para Pedro Sánchez la prohibición de las manifestaciones para conmemorar el 8 de marzo ha sido una buena herramienta para colgarse medallas de su feminismo y atacar a la oposición.

Así, el presidente del Gobierno ha señalado que "están muy equivocados" los "enemigos del feminismo" que se "frotan las manos" ante la ausencia de concentraciones masivas este lunes por el Día Internacional de la Mujer debido a las restricciones sanitarias.

"La emergencia sanitaria hará que mañana no asistamos al hermoso espectáculo masivo de la ocupación de las calles y las plazas en defensa de las mujeres y de sus derechos. Puede que algunos enemigos del feminismo se froten las manos por ello, pero están muy equivocados", ha sentenciado.

Así lo ha manifestado este domingo el líder socialista durante su intervención en el encuentro organizado por el PSOE en Madrid 'Feminismo con memoria: La memoria del feminismo', en el que se ha recordado a mujeres como María Cambrils o Clara Campoamor, entre otras.eres "estará en muchos más sitios". "En cada casa, en cada centro de trabajo, en cada punto donde un hombre y una mujer digan 'Viva el 8 de marzo'", ha apuntado.

"Juntas y unidas contra la ultraderecha"

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha advertido de que la ultraderecha "ha señalado" a las mujeres porque son "la parte más importante de quien está transformando el mundo". "Les vamos a contestar constantemente. Nos van a encontrar donde nos buscan porque vamos a estar más que nunca juntas y unidas", ha sentenciado.

Asimismo, ha recordado la memoria de las políticas socialistas, "algunas con un tiro en la nunca por haber dado un paso en la política". "Queremos rescatar un pasado que nos fortalece, cuando nos roban la memoria nos debilitan a todas las mujeres y a la propia democracia", ha dicho.

"Somos imprescindibles, si nosotras no es democracia y estamos imparables. Cada día somos más conscientes las mujeres del poder que tenemos, si nosotras no se puede hacer nada, con nosotras se puede plantear todo el futuro", ha apostillado Calvo.

En la misma línea, la vicepresidenta primera ha reivindicado que "no se puede ser socialista sin ser feminista" y ha lamentado que por ser mujeres tienen "peores situaciones" y tienen que "salvar más obstáculos".