Robles da un puestazo en Washington al JEMAD que dimitió por las vacunas
La ministra de Defensa tuvo que sacrificar al general Miguel Ángel Villarroya ante la presión de Podemos una vez que se conoció la vacunación anticipada de la cúpula del Ejército.
El ex JEMAD, el general Villarroya, ya tiene un nuevo puesto en la cúpula militar. Robles le ha recolocado en Washington después de tener que aceptar su dimisión por haberse vacunado del coronavirus. La presión de Podemos obligó a Robles a renovar la cúpula militar, pero ahora ha encontrado un nuevo puesto para él.El Boletín Oficial de la Defensa (BOD) publica este martes el nombramiento del general Villarroya como consejero de Defensa en la Misión Observadora Permanente de España ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y asesor para Asuntos de Seguridad Hemisférica.
Se trata de un puesto con residencia en Washington y que el general del Ejército del Aire ocupará después de haber pasado a la reserva tras presentar a la ministra su cese como máximo jefe de la cúpula militar el pasado mes de enero.
El general Villarroya tuvo que dimitir tras salir a la luz que tanto él como otros altos cargos del Estado Mayor de la Defensa habían recibido la vacuna contra el Covid-19, saltándose los protocolos previstos de vacunación en las Fuerzas Armadas.
En una comparecencia en el Congreso la pasada semana, Robles aseguró que el general Villarroya había dictado su propia instrucción de vacunación dentro del EMAD sin haberla informado a ella ni a la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, responsable política del proceso de vacunación, aunque puso en valor los 40 años de "servicio a España" del general Villarroya y su hoja de servicios durante su carrera militar.
De hecho, fue el artífice de la Operación Balmis dedicada a las labores de desinfeccción de residencias y espacios públicos de COVID al principio de la pandemia y se encargó de la movilización de la UME.
La cúpula militar redactó un protocolo de vacunación específico
En esa orden, el JEMAD daba orden para la vacunación de un total de 370 personas dentro del EMAD, empezando por él mismo, asumiendo competencias "que no le correspondían" y con criterios distintos a los fijados por las autoridades sanitarias y los responsables del Ministerio de Defensa, según anunció Robles.
Una versión que ya argumentó el Estado Mayor cuando saltó la noticia y explicó que las Fuerzas Armadas cuentan con su propio cupo de vacunas dentro del reparto del Ministerio de Sanidad y, dentro de ellas, el Estado Mayor redactó un protocolo que prioriza al personal sanitario, miembros de las misiones internacionales y la cadena de mando siguiendo un criterio de edad.
Así, la ministra de Defensa se vio obligada a sacrificarlo por las presiones existentes dentro del propio Consejo de Ministros, sobre todo después de que Podemos exigiese su cabeza, aunque ahora ya ha encontrado otro puesto para él.